Entro una hora antes de la actuación de Rocío Márquez, (Huelva 1985) en la Peña Cultural Flamenca de Llerena, y me encuentro a Rocío ensimismada junto a una guitarra. En el ‘cuartillo’ de esta peria la cantaora onubense prepara la primera actuación que realiza en Llerena. Atrás ha quedado una gira que la ha llevado por diferentes teatros y peñas de Extremadura. Un recorrido por la provincia que termina en esta ciudad, Llerena, de la que mañana volará directamente a Zurich y Genova.
-¿Se modifica la actitud de un artista cuando se cambia de forma, tan radical, de público?
-Si, siempre algo se cambia, porque necesitamos la aceptacion. Pero creo que precisamente este es un trabajo personal, muy importante, que tiene el artista. Me voy dando cuenta de lo relativo que puede ser la opinión del público haciendo el mismo recital en una peña conservadora, donde seguramente te consideran muy moderna, ante una peña admiradora de una evolución, a la que puedes resultar tradicional. Me gusta expresar lo que siento, de la manera que se, aunque lo cierto as que a mi me gusta todo. No me voy a limitar a un público, a un tipo de peña o teatro. De lo que estoy segura as que no voy a hacer lo que no siento
-¿Le da miedo que su arte no se entienda?
-Como dice Woody Allen: «no se cuál es Ia clave del éxito, pero si del fracaso es gustarle a todo el mundo».
-El 5 de julio entró en el Pozo de Santa Cruz del Sil, en el Bierzo leonés, a cantarle una minera a un grupo de trabajadores que llevaba 45 días encerrados en señal de protesta por el cierre de las cuencas, ¿Cómo fue la experiencia?
- Siempre les tengo presente cada vez que voy a cantar una minera. Iba con mucha ilusión, y para mi fue algo muy positivo el poder hacerles pasar un buen rato, y hacerles olvidar por un momento, el agobio que estaban sufriendo. Llevaban más de un mes encerrados, y mira, lo sacó El País en vídeo, pero nosotros no lo sabíamos en un principio. Fue el realizador Jorge Martinez el que me pidió que le acompañara a visitar a los mineros de Santa Cruz del Sil. Le canté una minera escrita por Alfonso Paredes, ‘Niño Alfonso’, ex minero en La Unión y cantaor de 78 años a la que le añadí una segunda letra. Jorge buscaba algo nuevo para ‘contar’ lo que estaba pasando y encontró en el flamenco otra forma de activar al público, y hacerles ver lo que estaba ocurriendo. No sabiamos la repercusión mediática que iba a tener, de hecho la idea era la movilización en las redes sociales. A medida que bajábamos la galería que habíamos acordado sentimos is presión de la tierra, el ruido de la vagoneta chocando entre si por el relieve del terreno, y finalmente, sus caras de cansancio…, me vine abajo de una manera que parecía que ellos me iban a tener que animar a mi, pero al ratito de estar allí empezamos a contamos cosas, y el ambiente se empezó a relajar. A llenarse de risas y alivio.
-No solo cantas, también estudias flamenco. ¿para ser figura, hoy por hoy es necesario?
-En esos temas no se puede generalizar. Pienso que el saber no ocupa lugar. Todo enriquece y de todo se aprende. Hoy aprendemos el flamenco en la Universidad, en el Conservatorio y en escuelas privadas. Esto refleja que el flamenco es un arte vivo que se va adaptando a los cambios que la vida le va dando. Que no se esté en estos ambientes, no significa que no puede darse un artista. Cada persona es una historia, y yo creo que es imprescindible respetar la manera que cada uno elija para irse haciendo. Son muchos lo caminos que van a Roma.
-¿Por qué antes no hacia falta?
-No es indispensable, pero si una opción interesante. Antes, no todo el mundo tenia la opción de estudiar, y ahora as eso, una opción.
-Es diplomada en magisterio musical, estudió cuatro años de piano en el conservatorio. Ahora prepara para el doctorado, una tesis sobre el Fandango de Encinasola, Huelva y el de Alora, Malaga…
-A mi todo esto me enriquece, y me hace feliz. Lo haria aunque no fuera cantaora, porque al fin y al cabo el arte te gusta conocerlo. Reconocer cada disciplina para enriquecer un poco mas tu carrera, y tu vida personal. Me gusta ir a la cama todos los días con Ia sensación de despertarme con algo nuevo.
-¿Qué tal la experiencia en la Fundación Cristina Heeren?, ¿está justificada su buena fama?
-He tenido la suerte de recibir clases de José Taranto y José de la Tomasa entre otros. Para mi fueron años enriquecedores. Su fama es merecida y es difícil cuando uno esta empezando poder recibir clases particulares, clases de esta talla, y gracias a la beca que obtuve, y que tantos otros artistas están recibiendo se aprende lo que tanto deseamos. Ademas se produce tambien un aprendizaje horizontal muy interesante, a través de mis compañeros de clase. Tengo cintas y cintas grabadas de ‘La Divi’ que cogía todos los cantes de Málaga, de Gema Jimenez, levantes de Eva ‘La Lebri’, bulerías, letras nuevas.., y asi con cada uno de ellos.
– Consiguió en 2008 el máximo galardón del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión, la Lámpara Minera, y además, cuatro primeros premios: por mineras, por tarantas, por murcianas y otros cantes mineros y, el cuarto, por cantes de Málaga, Granada, Córdoba y Huelva. ¿Noche mágica? - Recuerdo con mucha emoción esa noche. Para mi significó un punto de inflexión. Me ha dado la posibilidad de poder estar con personas de las que he aprendido mucho. Pude comprobar que los suerios se pueden hacer realidad.
– Solo usted y Miguel Poveda han conseguido en una misma edición tanto reconocimiento. ¿Existe algún paralelismo mas entre su carrera y la suya?
-Es un lujazo de artista, pero con la admiración que le tengo me parece atrevido compararme con alguien como el. Yo quiero ponerme mesas alcanzables y lucho por ellas.
-Su primer disco se titula ‘Claridad’, ¿encontraremos a la Rocío mas `transparente’?
-El titulo del disco es una forma de posicionarme. Pertenezco a este grupo de cantaores con voces lainas, finas y claras. Me gusta la coherencia como artista y persona. Si los artistas tenemos intensidad, el que cante, o baile imprime ese carácter. Hay que tener coherencia: como uno es, así se expresa.
Artículo publicado en hoy.es
«Los sueños se pueden hacer realidad»