«No creo que evolucionar signifique traicionar al flamenco»
Aparece envuelta en un abrigo verde de piel de Amaya Arzuaga, a las puertas del Teatro López de Ayala. Con paso firme, ligero, y acompañada de su jefa de prensa. María Toledo (Toledo, 1983) sonríe sin parar. Se le nota feliz y satisfecha, y también segura de sí misma. Le recuerdo que nos conocimos en un festival hace unos años en Madrid. Una época en la que el flamenco era el protagonista de su carrera artística. Ahora, es la base. Presenta su segundo trabajo en el López de Ayala el sábado 29 de diciembre. Una buena oportunidad de descubrir a una artista que junto a su inseparable piano desglosa jazz, boleros, latín jazz, sin olvidar las raíces flamencas. Le miro las uñas: rojas. Queda patente que no piensa morder ni un ápice, al nombre de su segundo disco.
-¿Por qué ese color?
-Llevar las uñas pintadas de color rojo es mi seña de identidad. Simboliza la pasión, las ganas de vivir con intensidad, la fuerza, la vitalidad…, como en su momento dijeron lole y Manuel’: «Todo es de color…». Al menos hay que intentar ser positivo, y a mi esa positividad me la dan las uñas rojas (se ríe).
-Se rodea de flamencos, pero al mismo tiempo intenta huir de su ortodoxia, ¿solo busca la esencia?
-El flamenco es indispensable en mi No me imagino ni un solo día sin cantar ni estudiar flamenco. Hay grandes cantaores que ha dado la historia del flamenco y que se han convertido en mi punto de partida. Amo el flamenco, pero soy una persona muy abierta, y es que a mi me gustan mucho todas las músicas que están hechas con calidad. Corren tiempos de unión…En todo en mi vida, siempre busco ser yo. Considero que haciendo las cosas con respeto a las bases tradicionales, pero aportando tu propia personalidad, puede llegar a ser positivo. A todo lo que santo le imprimo mi personalidad, no me gustan las imitaciones. No creo que evolucionar signifique traicionar al flamenco.
-Actualmente se comienza con el flamenco puro y se acaba mezclando ¿nuevos caminos o márketing?
-No, cada uno empieza como quiere y como siente. Yo empecé cantando por todas las peñas de flamenco participando en concursos, aprendiendo, estudiando a los cantaores, los palos…, siempre indagando en el origen de lo que canto. No se graba un disco más comercial por buscar popularidad, ni nada de eso. Yo canto en cada momento lo que me ape El que espera, desespera, por eso no espero nada, solo disfruto y me dejo llevar por la música que me hace sentir.
-¿No se debería conocer en profundidad este arte antes de mezclarlo? Me gustaría saber su opinión sobre los grupos de ‘flamenquito’, como se denominan ahora.
-Por supuesto que no se puede empezar la casa por el tejado, porque si no, la casa se cae. Hay que tener las bases bien asentadas. Respetar algo es preocuparse en conocerlo, no se respeta sólo con decir de palabra «Yo respeto…». ¿Cómo se puede evolucionar sin antes haber escuchado a la Niña de los Peines, Vallejo, Chacón, o Manuel Torres? En mi opinión, es indispensable conocer los orígenes del arte que uno de
-¿De verdad quiere ser la ‘Diana Krall’ del flamenco?, ¿por qué esa referencia?
-Me llamó así la crítica después de un concierto en el teatro de Nimes (Francia). Quiero ser lo que soy: una voz flamenca que se acompaña ella misma al piano. Supongo que me llamaron así por la similitud de ver a una mujer cantando en un piano, y ser rubia (vuelve a reírse), y la verdad, para mi es un piropo que me comparen con una artista que es referencia del jazz en la actualidad.
-¿Qué le ha dado el piano que no le hayan aportado otros instrumentos?
-Me ha ayudado a mejorar mi afinación, me ha dado independencia al hacer con cada mano una cosa, con el pedal otra… No me imagino sin mi piano, es sello de mi música. Si volviera a repetir mis inicios volvería a tocar el piano porque me ha ayudado también a entender que siente otro músico cuando acompaña a un cantante.
-¿Qué precio tiene el querer ser libre en un mundo tan complicado como el flamenco?
-El precio que cada uno le quiera poner. Yo me siento libre y espero nunca decepcionar a mi público, que es lo que más me importa. El que bien te quiere entenderá el por qué de tu evolución, y el que te quiera hacer daño, hagas lo que hagas, siempre te criticará. Pero afortunadamente, la crítica siempre me ha hecho grandes reseñas después de mis conciertos, y estoy agradecida de comprobar cómo hablan de mi.
-Aseguran que el segundo trabajo, para un artista siempre es ‘el que determina’, ¿espera conseguir afianzarse con éste?
-Ah, ¿si?, ;no lo sabíal. Sinceramente creo que una trayectoria no se define por uno o dos discos, hay que seguir trabajando cada día e intentar mejorar y superarse en cada etapa de la vida profesional y personal.
-¿Qué es lo más triste del éxito?
-Saber que algunas personas, si no tuvieses ese éxito, no estarían a tu lado. Valoro mucho la fidelidad estés en la situación que estés, arriba o abajo… Así que, gracias a todos los que sé que me quieren y me querrán siempre, pase lo que pase.
-¿A qué protagonista de la actualidad le pintaría usted las ‘Uñas Rojas’?
-(Se ríe a carcajadas) ;A todos!! Es lo que hago siempre que voy a algún programa de televisión, y lo que he hecho incluso a Antonio Carmona en mi último videoclip en el que canto junto a él ‘Dame una oportunidad’: pintarle la uña del meñique roja. Por cierto, ¿te las pinto?
Artículo publicado en hoy.es