Manuel Pajares

«Nadie te borra las ilusiones de juventud»

Manuel Pajares es un artista elegante. Ejecutando los cantes, moviendo las manos, vistiendo, hablándole al público. Elegante en las respuestas a esta entrevista, involucrándose por completo en ella. Con mis buenos amigos y aficionados, Chupys y Raquel fuimos a escucharle cantar al Mesón Monsara, en uno de sus recién estrenados ‘Sábados Flamencos’. Y me sorprendió. Su cante me recordó a unos de los artistas más completos que hay, y uno de los que personalmente más admiro: Calixto Sánchez. Ese ‘cantar respirando’ que suaviza la melodía y te involucra en cada palo, con una mesura y una fuerza que te arrastra de principio a fin. Manuel Pajares es presente y sobre todo futuro. Forma parte de una hornada de artistas de rompe y rasga que sin ‘prostituirse’ acercan el flamenco desde su juventud a los de su generación, con pureza, ganas y con la suficiente humildad de saber y reconocer que en este mundo poca gente sabe de todo. Que el flamenco hay que escucharlo a diario para conocerlo y sobre todo, para darse cuenta que es un arte con grandes dosis de misterio e intuición. Justo lo que no se puede aprender en ningún libro.

-¿Está sorprendido de su éxito? -Si se tiene éxito es porque se están haciendo las cosas bien. El estudio da sus frutos y la gente acepta mi personalidad y mis formas que, al final, es lo que queda y lo que importa. Aún tengo mucho que ofrecer y espero tener la oportunidad de seguir demostrando que puedo aportar mi granito de arena en este complicado mundo. -¿Quienes son sus referentes? -Como buen aficionado, para entender cómo se canta hoy en día es necesario conocer, a través del estudio, los pilares fundamentales de la historia del flamenco, algo que te enriquece en técnica, en conocimiento de los diferentes estilos, formas expresivas, etc. Pero saco la conclusión, de que todo aquello que te entra por el oído y se queda grabado en tu ser ha de ser referencia. -¿Qué es lo primero que aprendió del mundo del flamenco? -En lo que al cante se refiere, el primer estilo que aprendí fue el fandango de Huelva, a partir de ahí, todo vino rodado.., el flamenco me cautivó y hasta hoy no he podido dejar de aprender, pues sigo con la tarea y la preocupación de ser un cantaor preocupado por lo que hace, comprometido y deseoso de descubrir todo lo que el flamenco me permita. Antes me has preguntado por mis referentes, y no te doy ningún nombre, porque mi cante está lleno de influencias, pero conjugadas y adaptadas a mi forma de sentir y de expresar. -Podemos decir que los cantes de Cádiz son su talismán, ¿por qué cree que es así? -Cádiz, es una de las principales fuentes del flamenco: rica en estilos, formas y personalidades. Con los cantes de Cádiz en general, me encuentro muy a gusto, eso sí es así, pero no creo que sean mi talismán.., si que me piden por muchos lados que cante por cantiñas, los cantes del Mellizo también son cantes muy de mi gusto…, pero no puedo justificarle porque el hecho de que te encuentres a gusto con un determinado estilo, depende del momento. -¿La juventud es un ‘handicap’ a la hora de subirse a un escenario? -Es un ‘handicap’ con vertientes tanto positivas como negativas. Sólo la juventud te hace disfrutar de la forma más pura, más verdadera y más valiente, te carga de ilusiones que nadie te borra, eres menos consciente de los submundos que se crean y cantas por y para el flamenco y para ti. Pero la juventud también puede jugarte malas pasadas de nervios, de inexperiencia…, pero no creo que eso suponga ningún problema, porque es algo que te da el tiempo. -Ha compartido escenario con ‘Capullo de Jerez’, Esperanza Fernández, Antonio Reyes, Manuel Cuevas, Calixto Sánchez, José de la Tomasa o Miguel de Tena. Defíname la experiencia con cada uno de ellos. -Bueno, gracias a Dios he podido disfrutar de estos maestros, que hoy día, son referentes: del ‘Capu’, me quedo con su soniquete, haga lo que haga suena flamenco. De Esperanza Fernández me quedo con su esencia, que es de gitana vieja y su polivalencia, porque suena bien por todo. Manuel Cuevas es un maestro de los cantes de levante, cantaor con grandes facultades. Antonio Reyes es un referente emergente, y me quedo con su metal. De Calixto me quedaba con su maestría, de José de la Tomasa, con su cante por soleá, y de Miguel, me quedo con su poderío y el dominio que tiene sobre la voz, caso realmente excepcional. -Se acercó al mundo del flamenco por la influencia de unos amigos. Bien podría apropiarse del refrán de ‘Quien tiene un amigo tiene un tesoro’, ¿no? -Pues claramente, sí. Creo en la amistad como un sentimiento vital, y mucho mejor si tienes amigos con los que compartes aficiones. También los tengo que no, eh? pero no es excluyente (se ríe). En mi caso, empecé a tocar el cajón…, formamos un grupo de rumbitas donde yo salía de vez en cuando a ‘echarme’ unos fandangos, y ahí empezó todo. Siempre te puedes juntar para montar una ‘juerguita’ con unas ‘carnecitas’ y un vinito. -¿Nunca antes había escuchado flamenco? -No recuerdo la primera vez que escuché flamenco, sólo se, que cuando me detuve, no a oír, sino a escuchar lo que decía esa guitarra y lo que expresaban esas letras…, supe que eso era lo mío. Mi casa siempre ha sido aficionada al cante, pero no se escuchaba mucho. Yo comencé a recopilar, a conocer artistas, a diferencias estilos.. -¿Considera que comenzó tarde en este mundo? -No lo considero, comencé cuando Dios quiso. A edad temprana no se sabe lo que se quiere.., si hubiese empezado antes, hubiera sido porque mis padres me habrían inducido a ello, cosa que les agradezco, porque siempre he hecho o decidido lo que me apetecía hacer. Desde que tengo uso de razón, canto, y además, siempre se me ha dado bastante bien. Mi voz siempre me ha acompañado, pero primero quise ser torero, a los 13,14,15 años tenía la ilusión de ser futbolista profesional, y nunca pensé en ser cantaor a sabiendas de que no se me daba mal y tenía facultades, pero bueno, el destino me ha traído hasta aquí, y no me quejo (vuelve a reírse) -¿Qué ha aprendido del flamenco que haya aplicado a su día a día? -Vivo en flamenco, siento en flamenco, el flamenco me lo ha dado casi todo, ya sé que es un tópico, pero es así. -Licenciado en CC. de la Actividad Física y el Deporte, ¿que media de horas ‘practica’ el cante flamenco? -La verdad que quien vive en flamenco, piensa en flamenco, es decir…, practicar, lo hago desde que me levanto hasta que me acuesto, de una forma autodidacta, pero no me canso de escuchar, de cada día aprender algo nuevo, y luego lo pones en práctica, con guitarra, y si te gusta te lo quedas y si no, pues a otra cosa. Es importante tener oído para retener los cantes. Siempre no tienes un guitarrista a un lado para que te eche una mano con los tonos y el estudio sea más productivo, por eso, uno mismo tiene que tener esa capacidad auditiva. -¿Qué ha aplicado del mundo del deporte al flamenco? -Pocas cosas. El deporte aporta mejoras en la calidad de vida de las personas, pero es un aspecto generalmente aplicable, no sólo me ha servido a mí para mantener una buena condición física. Las técnicas de relajación a través de la respiración, ayudan a controlar los estados de estrés y nervios que te pueden dar los minutos antes de una actuación, por poner un ejemplo. Pero aconsejo a todos mis compañeros, que practiquen deporte, que salgan a andar, que traten de ser lo menos sedentarios posibles. -¿Hasta donde quiere llegar? -Hasta donde me dejen y donde me merezca. Artículo publicado en: http://www.hoy.es/v/20121201/sociedad/nadie-borra-ilusiones-juventud-20121201.html

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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