Lolo Iglesias

«Badajoz es República independiente del flamenco»

Lolo Iglesias, (Manuel Iglesias Segura, 1959 Badajoz) nada más llegar, me recibe con una pataíta por bullirías. Puro arte. Lolo es divertido, imaginativo, gitanófilo, «el eco es de bronce, porque es de ellos, a mi me gusta más el cante gitano» y un apasionado de los personajes, y aficionados que han ‘colmao’ a Badajoz de arte flamenco. «Son importantes porque le han dado ‘flamencura’ a la ciudad. Son los que han hecho que Badajoz sea una ciudad flamenca por los cuatro costados. Esta ciudad rezuma flamenco, en el carácter, y es flamenca no solo por Porrina, ni por Manolo de Badajoz sino por esos aficionados, esos personajes y profesionales que han quedado en el olvido».

Son los mismos que ha rescatado, que ha encontrado y con los que se ha reconciliado en su libro ‘Badajoz, Ciudad Flamenca’ editado por la Diputación de Badajoz y que el próximo 11 de mayo presentará en ‘Casa Patas’ en Madrid. -¿Que podemos encontrar en su libro? -La historia del flamenco en nuestra ciudad a través de las distintas etapas: época dorada, los cafés cantantes, los tablaos…, con personajes desconocidos que los aficionados han quedado en la noche del olvido…, por ejemplo, Mr. Lauri que era un bailaor que estuvo quince años bailando en ‘El Paralelo’ de Barcelona y que bailaba en los saraos por derecho, por soleá, encima de las mesas. ‘El Nervio’ que ha bailado en los mejores sitios, un bailaor que es flamenco puro, que ha mamado el flamenco de la calle, el auténtico… A nosotros se nos conoce y se nos reconoce gracias a nuestros tangos y jaleos. Son del pueblo gitano y a ellos se lo debemos. Que por lo menos quedemos claro que son de ellos, que para cantarlos tiene que sonar gitano. Hay cantaores que lo hacen muy bien, pero de verdad, María Isabel, tiene que sonar gitano. Antes estos cantes eran más rápidos, se hacían con el bastón y el Porrina de Badajoz fue el que los ralentizó. A mi me gusta mucho el cante, por eso siempre hay que escuchar, pero muero por el cante gitano, el cortito y con pellizco. Hay cantaores de Badajoz como Pedro Cintas y Esther Merino que cantan de lujo y como el libro se centra en la capital no hablamos de Raquel Cantero o Miguel de Tena que también son ‘pa morirse’. Nos centramos y hablamos de Alejandro Vega, La Kaíta o el nuevo valor Paulo Molina que hace los cantes autóctonos como considero que se deben hacer. -¿Qué descubrió escribiendo ‘Badajoz, ciudad flamenca’? -A todos esos personajes de los que le hablo… ya cuando investigaba para mi anterior libro ‘La Barbería de las Sonantas’ descubrí locales, actuaciones, gente que pasó por aquí…etc, y fue cuando pude acercarme a esa época de los cafés cantantes como el de Silverio Falconetti…etc. Con el libro quiero poner de manifiesto que todas las músicas que han influido en que el flamenco sea la expresión artística que hoy conocemos se han dado en Badajoz. Desde el carácter heredado de los tartessos, hasta lo sefardí, los cantes árabes.. todo se ha dado aquí… deberíamos hablar en vez de como decía Mairena del arte gitano-andaluz, del arte gitano sureño, porque Extremadura tiene mucho que decir en todo esto. El flamenco no es exclusivo de Andalucía. Me cuenta que ha venido en su ‘camella’. Una bicicleta negra de los años 50 que él mismo ha restaurado y que encontró tirada en los sótanos de la zapatería Zapata. «Mira que arte, le he puesto BH con las letras que se pegan en las cintas de las coronas de los muertos. Mi María (habla de su mujer constantemente) que es muy gitana, me decía: ¿esto le vas a poner?, ¿y ahí te vas a montar?’». Y Lolo de repente se levanta de la silla se va a la bici y le toca el timbre, ¡quieta!, responde, ‘tiene arte para reventar Maria Isabel’. Él también. Familia de Adelardo Covarsí y de Enrique Segura Otaño es un artista enamorado del arte. -Yo soy un ‘enrrea’, toco la guitarra portuguesa, el laúd árabe, el saxo alto, la guitarra flamenca.. etc. Toco mucho con mi mujer, de la familia de los Cabrera, mi María que da su pataíta por bulerías que da gusto. Ella me ha ayudado mucho con el libro. Recuerda los cantes de ‘La Picuriña’, ese cante… ‘porque la culpa la tuvo el pañero, se ha llevado a la niña de la tía Consuelo’ y eso se pierde… ‘El Pañero’ era de Béjar… ahora el cante se hace de otra manera, pero la letra te aseguro que es así. Mi suegra también me ha ayudado mucho. Me ha hablado del ambiente de la Plaza Alta, también he conseguido mucha información tirando de hemeroteca, en la Sociedad Económica…, con muchas noticias de actuaciones de gente de Badajoz’. -¿Cuales son los primeros recuerdos que tiene del flamenco? -Mi padre me llevaba al Auditorio, allí he podido ver a Los Habichuelas, al Farruco, al ‘Biencasao’ que estuvo de fiesta cinco días en su boda, de ahí el nombre.., Yo veía aquello y me llamaba mucho la atención. Nos poníamos una mantita por las piernas, muchas veces me dormía, pero tuve la suerte de ver a don Antonio Mairena sin ser muy consciente aún del valor que tenía aquello. Tendría ocho o diez años. Mira, Maria Isabel, en esto del flamenco hay opiniones para todo, y grandes estudiosos, por ejemplo Simón ‘El Niño de la Ribera’. Nadie debe olvidar que fue el primero que llevó a un congreso los tangos y jaleos extremeños, como pongo en mi libro. Tampoco olvidemos a Joaquín Rojas, Eulalia Pablo Lozano, Paco Zambrano a quien finalmente reconocieron su trabajo en pro de nuestros cantes autóctonos, Perico de la Paula con su trabajo sobre los tangos y jaleos con premio nacional o Raquel Cantero otra gran estudiosa que termina pronto el doctorado en flamenco, o Manolo Prieto de Mérida. Badajoz ha dado hasta grandes poetas como Carlos Lencero, mi gran amigo al que acompañé hasta el último momento. -El flamenco, ¿se puede aprender? -Si se puede aprender, pero una cosa es entender y otra ejecutarlo. Puedes ser un buen aficionado y no saber hacer medio tercio, por no tener oído musical. Lo que hace falta es escuchar mucho, irse a fiestas, pisar muchas peñas flamencas…, hoy en día se se escucha flamenco en los grandes auditorios y allí se pierde la esencia. No es lo mismo una guitarra amplificada, que escucharla al lado de uno… como en la época de los cuartos de cabales… escuchar mucho para saber discernir de lo que tiene calidad o no, siempre desde la subjetividad. Mi padre moría con Calixto Sánchez, yo lo valoro pero, sin embargo, siendo de la misma quinta soy más ‘camaronero’ que ‘calixtero’. -¿Que esperas del aficionado madrileño el 11 de mayo? -Que sepa reconocer la importancia de Badajoz en el flamenco, dentro del panorama nacional y, sobre todo, me gustaría delante de ellos recordar a Justo de Badajoz que murió y su fallecimiento pasó desapercibido. El último representante de la Dinastía Álvarez Sorube ‘Los Badajoz’, que fueron la escuela de guitarristas más importante que dio la ciudad siendo Justo, el hijo del gran Manolo de Badajoz. -Por último Lolo, ¿tenemos entre nosotros un nuevo ‘Porrina de Badajoz? -No, ese artista es irrepetible. Artículo publicado en: http://www.hoy.es/v/20120428/sociedad/badajoz-republica-independiente-flamenco-20120428.html

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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