“El silencio es algo tan poderoso que tienes que tener mucho cuidado al usarlo”

EN CORTO:

““Bloom” es un relato autobiográfico y también es una biografía personal, que puede ser la mía y la de cualquier persona, porque lo cuenta desde las emociones, desde lo que sentimos en las etapas que marcan nuestra vida”

“Sólo hemos pensado en la belleza que podíamos crear juntos, ahí estaba el reto”

“Muchas veces abusamos de pintar el espacio con sonidos y le restamos protagonismo a la palabra”

Entrevista a Nono Blázquez, bajista, contrabajista, compositor y profesional de medios audiovisuales.

¿Qué es para usted un corazón azul lleno de rosas? Y un árbol centenario, ¿qué le provoca? El llanto, la risa, la danza, el sonido mindfulness…, ¿Se ha parado alguna vez en pensar en sus ancestros a través de la música? ¿qué es para usted ‘Bloom’? Porque, aunque bloom en inglés significa ‘florecer’, para Nono Blázquez, “es un espectáculo escénico, multidisciplinar, donde se unen la magia de la música, la danza, el teatro y las artes visuales. Un recorrido íntimo y universal a través de la creación y la belleza. Un homenaje a nuestros mayores, a nosotros, a nuestros antepasados. Un relato que engancha, emociona y sana, en estos tiempos de duras pérdidas”

Y es cierto que engancha, que te remueve por dentro y te agita. Hay algo de ‘Bloom’ en cada uno de nosotros y Nono Blázquez, bajo eléctrico, contrabajo junto a Francisco Escudero “Perrete”: cante flamenco; Rodrigo Parejo: flautas, voces, programación, percusiones; Javier Galiana: piano; Javi Mojave: percusiones, mbiras, koras; voces Cristóbal Sánchez: batería, percusiones y Paula Yunis: danza consiguen emocionarnos con un espectáculo vanguardista donde un cuidado audiovisual, y la exquisita concepción de lo que es capaz de llegar a transmitir la propia música (me van a permitir destacar la labor del propio Nono Blázquez y Rodrigo Parejo) convierten a este espectáculo 100% extremeño, en un obra 100% contemporánea de consumo para todos los públicos y vendible, más allá de nuestra particular piel castúa. El 16 de septiembre se estrena en Badajoz, en el Teatro López de Ayala y allí podrán disfrutar no solo de esta experiencia sensorial sino también de un vino ex profeso que Bureo, de las Bodegas Otero Vaquera de Azuaga, ha creado con el mismo nombre, “Bloom”, ¿hace falta algo más para que les haga florecer la curiosidad?, si, vayan a verlo y mientras, pasen y lean.

”Bloom” ¿es una biografía musical o un relato autobiográfico?

“Bloom” es un relato autobiográfico y también es una biografía personal, que puede ser la mía y la de cualquier persona, porque lo cuenta desde las emociones, desde lo que sentimos en las etapas que marcan nuestra vida. Por ejemplo, cuando estamos en el vientre de nuestra madre, aunque no lo recordemos, pienso que esas emociones siguen dentro de nosotros y de alguna manera nos marcan durante nuestra vida. Igual que nos marca la niñez, el primer amor, la pareja, el desamor, la madurez, la muerte de un ser querido, la celebración de la vida … “Bloom” que significa brotar o florecer trata de contar estas emociones a través del arte. La música es el elemento principal, pienso que la música es la forma de arte que más se acerca a la expresión de la emoción y en ese sentido se podría definir como un musical…, Pero nuestra propuesta es más amplia, igual que nuestros sentidos. Contamos el relato también a través de la vista, del movimiento, de la palabra, de la pintura…

“Es una reivindicación del arte como vehículo para entender la vida”. ¿De qué sentimiento partió esta obra?, ¿del dolor?, ¿el recuerdo?, ¿la lucha? ¿la melancolía?

Pues la obra partió principalmente a raíz de la muerte de mi padre, Secundino. una tragedia personal que, paradójicamente, te acerca tanto a la vida… Ese dolor te hace sentir la vida con mucha intensidad. Como decía Vinicius de Moraes, el gran poeta brasileño, la muerte al principio duele, después calma. Calma el hecho de sentir que tu padre se viste de ti, de sentirte tan identificado y ser consciente de que somos parte de un ritmo cíclico, de que el universo es rítmico también… Y también partió del reconocimiento de verme rodeado de compañeros tan talentosos que pensé que sería muy grande crear algo juntos.

“Bloom” transita entre la electrónica, el flamenco, el jazz, la danza… ¿Por qué ha necesitado de todas esas disciplinas para crear esta obra?

No es necesidad, son los lenguajes que conocemos, “Bloom” es un espectáculo audiovisual, muy colectivo, con un planteamiento muy horizontal. Sólo hemos pensado en la belleza que podíamos crear juntos, ahí estaba el reto: en conseguir el equilibrio entre estas disciplinas… y creo que lo hemos conseguido. No destaca una sobre otra, no suenan clichés del jazz o del flamenco, hacemos una seguiriya pero la hacemos nuestra, las imágenes también cantan esa seguiriya… y la danza.

“Artistas con una sensibilidad a flor de piel y un conocimiento magistral de su lenguaje” … háblenos de su equipo…

Uf, es lo más maravilloso de todo. Es que son todos grandísimos profesionalmente, pero a nivel humano son aún mejores. Estoy muy orgulloso de haberlos reunido para crear “Bloom”, es muy difícil reunir a un grupo tan numeroso donde nadie reclama protagonismo ni piensa en su ego. Te puedo hablar de ellos: Rodrigo Parejo ha compuesto una música bellísima, es uno de los músicos más inspiradores que conozco. Paula Yunis baila la música como si fuera un instrumento más, y lo mejor es que nos ha sorprendido también con la palabra. Contar con Javier Galiana, de Cadi Cadi, es un privilegio, suena a Monk y a Falla, es un pianista de tremenda imaginación. Javi Mojave está espectacular con las percusiones y esos instrumentos que se fabrica él mismo… es inspirador de la historia y, de hecho, parte de los textos son suyos, autobiográficos. Francisco Escudero “Perrete” nos ha demostrado como cantaor que tiene la sensibilidad para trascender el flamenco más puro y crear música más allá de etiquetas. Montse Arjona ha escrito unos textos muy poéticos y bellos. Los dibujos de Mikelo son tan especiales como él y lo que ha aportado durante todo el proceso de creación. Kike Pastrana, que es un talentazo creando imágenes, Verónica Pintiado grabándolas. El diseño de iluminación de Lola Barroso, extremeña y ganadora de un premio Max. Nuria Prieto, que es fundamental con las luces y las imágenes en directo, Oliver Zero db con el sonido y por fin, María José Mangas, que nos ha sabido dirigir casi sin darnos cuenta.

A nivel personal, ¿hacia dónde le ha llevado “Bloom”? ¿y a nivel profesional?, ¿qué ha aprendido?

A nivel personal me ha enriquecido muchísimo, ha sido una experiencia colectiva que me ha enseñado y me ha marcado de por vida. Hemos pasado momentos duros y emocionantes durante el proceso de creación. Nos pilló el confinamiento y lo complicó todo bastante. Aunque en realidad permitió que se creara a fuego lento y sin prisas. A nivel profesional también me ha enseñado muchísimo. He descubierto con el tiempo que era un reto muy arriesgado, de mucha precisión técnica, pero con una parte importante de improvisación. Yo soy músico y no tenía ni idea de producir un espectáculo, entonces he aprendido mucho, la mayoría a base de golpes. Siempre había estado en el papel de músico, pensando en música y nada más.

El mindfulness está muy presente en esta obra; al igual que ya, en la propia sociedad, ¿ha llegado el momento de parar?, ¿de tomar conciencia?

Siempre es bueno parar y tomar conciencia… y luego actuar… y parar y tomar conciencia… El silencio es muy necesario, estamos muy saturados de información, de tareas, de obligaciones… En ese sentido el confinamiento ha sido muy “mindfulness”. El confinamiento nos ha puesto en el rincón de pensar.

Trabaja como Técnico de sonido y realizador en RTVE desde 1990; ¿en alguna ocasión optó por el silencio como responsable de la ambientación musical?

El silencio es algo tan poderoso que tienes que tener mucho cuidado al usarlo. En la radio el silencio es dramático, como no tienes ninguna otra referencia, es como si dejaras de sentir, un segundo te parece eterno y claro, eso se puede utilizar (ahí tienes a Quintero). Eso sí, de fondo, detrás de una palabra, el lienzo blanco que más la resalta es el silencio. Muchas veces abusamos de pintar el espacio con sonidos y le restamos protagonismo a la palabra. Aunque todo depende de lo que te pida el contexto. Yo ahora con mis Pildorijazz, de Radio 5, lo uso poco, pero con “Diálogos en la caverna” que produje hace unos años con Victor Bermúdez y tenía una parte de teatro radiofónico, lo usé alguna que otra vez para crear suspense. El silencio es auténtico poder.

Facebook
Twitter
LinkedIn
M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

Relacionados

Post's relacionados