‘Los juegos peligrosos’ de Fernanda Ruano

“Oye ladrar los perros que indagan el linaje de las sombras, óyelos desgarrar la tela del presagio. Escucha. Alguien avanza y las maderas crujen debajo de tus pies como si huyeras sin cesar y sin cesar llegaras” “La Cartomancia”, Los Juegos peligrosos (Olga Orozco, 1962)

Las tres salas del Archivo Histórico Provincial de Cáceres convertidas en un juego. Un juego que, para la artista plástica Fernanda Ruano (Mérida, 1974), se han convertido en ‘peligrosos’ como muestra, como reflexión, sobre el proceso creativo ambientado en el universo de la poeta argentina Olga Orozco. “El universo mágico, esotérico y metafísico de sus poemas, suponen una atmósfera repleta de referencias poéticas y simbólicas con las que me identifico. Forman parte de mi plasma vital, de la inspiración esencial de gran parte de mi obra ligada desde siempre a un proceso de búsqueda espiritual, y a una identificación con la unidad esencial de la naturaleza”

Una exhibición en la que, a través de 196 piezas de tres proyectos creativos, se propone crear un mundo imaginario e intimista en el que el espectador puede verse reflejado y en el que también puede llegar a participar en el proceso de creación; como en la obra “Surgen 3” que incluso cuenta con instrucciones de juego. Una pieza que se compone de 15 formatos de 20 x 20 cm ordenados de manera determinada para formar una imagen inicial, que, en principio, es la más interesante para la propia artista. Combinaciones que son casi infinitas y que encuentran el único límite en la propia creatividad del espectador.

“Arrastra la intención de ser una obra de proceso, de investigación con los materiales, y búsqueda de temas nuevos y nuevas ideas que puedan provocar una evolución en mi lenguaje artístico. Construyo composiciones abstractas para liberarme de las referencias de la realidad, de la necesidad de interpretar la vida; para explorar la relación entre el color y el lugar en el que se desarrolla; para aniquilar las fronteras insalvables en las que habito; para crear imágenes que provoquen un encuentro conmigo misma”

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, la obra plástica de Fernanda Ruano evoluciona desde una figuración simbólica cargada de referencias narrativas, hacia una abstracción cada vez más rotunda en la que desarrolla una investigación del espacio interior en la pintura, a través de los materiales y los procedimientos pictóricos.

“Construyo composiciones abstractas para liberarme de las referencias de la realidad, de la necesidad de interpretar la vida; para explorar la relación entre el color y el lugar en el que se desarrolla; para aniquilar las fronteras insalvables en las que habito; para crear imágenes que provoquen un encuentro conmigo misma”

Además de la pintura el trabajo artístico de Fernanda Ruano se desarrolla también en otros campos próximos a la poesía, a través de la escritura y la realización de piezas de video, libros de artista o poemas objetuales, que exploran el espacio intermedio entre la imagen y la palabra.

Como poeta ha publicado los libros “Cuaderno de G”, editado por La Luna Libros (Mérida 2007), y Hormigas en un Alambre (2016). Así como colaboraciones en revistas y cuadernos de poesía, como Eda (Sevilla) o Musa ebria (Granada). Ha obtenido en dos ocasiones la beca Francisco Zurbarán a artistas plásticos de la Junta de Extremadura: en 2006 por el proyecto “En-caja”, y en 2003 por “La novia del cielo”. En 2021 obtuvo una de la Ayudas a Artistas Visuales de la Consejería de Cultura para este proyecto “Los Juegos Peligrosos”.

La muestra, que se podrá visitar hasta el 13 de enero en las salas del Palacio Toledo-Moctezuma, es una invitación a recorrer paisajes abstractos a través de la obra plástica y sus procedimientos creativos empleados, así como los materiales con los que ha sido inventada.

Naranjas, rojos, amarillos, bloques, paneles divulgativos, proyecciones audiovisuales y una amalgama, como el compás flamenco, de numerosos recursos, que multiplica esta experiencia expositiva centrada en el proceso creativo. Obras como “El Juego de Perder”, “Adivinanzas”, “Cartomancia”, “Talismám” o “Repetición de un sueño” nos ayudan a transitar por este camino onírico de fuerza y color. Un viaje plástico, por el que nos conduce Ruano, construido a base de duro trabajo, imaginación, genialidad e instinto. Como la propia autora asegura: “como un intento de recuperar la libertad creativa, la ilusión y el amor por un oficio que, muchas veces, no ofrece más recompensa que la propia acción, el propio placer de jugar con las imágenes para hacerlas reales, para construir un mundo propio en el que vivir, en el que poder respirar, amar, existir, y sobre todo ser lo único posible para cada uno: lo que auténtica e irremediablemente somos”

Juguemos.

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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