Aprender no puede salir caro en ningún aspecto de la educación. Adquirir conocimientos, sea en la disciplina que sea, debe convertirse en algo inherente al ser humano. Tenemos que estudiar para labrarnos un porvenir, para poder relacionarnos con los demás, para sentirnos, en definitiva, seguros de nosotros mismos, pero hay algo más: no hay que olvidar que solo a través del conocimiento uno ama, odia, detesta o admira.
Solo conociendo se superan barreras y se destronan o entronizan mitos. Por esto es tan importante estudiar. Conocer, descubrir y como decíamos en todas las disciplinas. Y en Andalucía están de enhorabuena porque es lo que a priori, y aún sin contar con el reconocimiento académico oficial de los estudios de flamenco, ha firmado la Fundación Cristina Heeren de Arte Flamenco con el IES Carmen Laffón de San José de la Rinconada.
El centro cumpliría así con la legislación ya que el flamenco está presente en la Ley de Educación de Andalucía por lo que se establecen medidas para su inclusión en el sistema educativo. ¡Qué envidia! ¡yo también quiero! Yo quiero que todos aprendamos de la riqueza de nuestra cultura flamenca, al igual que aprendemos de los restos romanos, de la riqueza natural de la región o del folclore. Yo quiero aprender y quiero que se facilite el camino a los que quieran acercarse al flamenco.
Nosotros tenemos ‘enjundia’ suficiente para impartir esa materia aunque sea de una forma no oficial, aunque sea con nuevas fórmulas, pero poniendo siempre lápiz sobre papel para que nuestro cante y nuestra forma de entenderlo sea conocido, ya no por los demás, sino por nosotros mismos.
“He plasmado esa soledad que he tenido y que me ha dolido mucho»
En corto: «¿Qué pensó como artista cuando vio por primera vez los grabados»? Me sorprendí mucho, cuando entendí cada grabado a través de las explicaciones