Entrevista a Nane Ramos, cantaora

‘El cante, o te gusta el flamenco o no lo entiendes, y pasa en España y en el extranjero’

‘Están muy pendientes, son muy observadores, y miran tanto lo que hacemos, que te sientes muy arropada respecto al público’

‘La música está para disfrutarla y para hacer disfrutar a los demás. Hay que vivir, sentirse bien con lo que uno hace, y poco más’

María del Carmen Ramos (Nane Ramos, Badajoz, 1978) es pura intuición. Sensitiva, simpática, con ganas de aprender, viajera…, Nane se come el mundo en cada bocanada de aire que ella, generosa y como cantaora de las buenas, convierte en tangos, soleá, malagueñas o tientos…, ¡en lo que le pidan! Llegó al flamenco por pasión, la misma de la que extrae la fuerza para continuar disfrutando con lo que hace. La misma con la que recorre el camino por donde transita esta carrera larga del flamenco, no exenta de dificultades. Una fuerza, un empeño, como toda vocación, en la que el tiempo no siempre está a favor y donde el público, a menudo, no se pone de parte del que más vale. Mientras hablamos, su hija Carmen balbucea, se enrreda en las piernas de su madre, y demuestra la fuerza del que empieza a descubrir el mundo. Justo el que descubre ahora a su madre después de una gira por Francia y Bélgica, de la mano de su marido, el guitarrista galo Yannick Roszyk, Yan.

¡Le veo exultante!

¡Es que vengo de vivir una experiencia muy bonita! Hemos estado en el Espacio Cultural ‘Casa Verónica’ en Bruselas, arropados por flamencos de allí y del norte de Francia. Hemos disfrutado de un concierto muy íntimo y muy especial; y lo ha sido porque nosotros a veces nos encontramos con un público que no es aficionado, sino que acude para asistir a algo exótico, que es como nos ven allí, pero en esta ocasión, he visto a un público entendido, acompañado por los flamencos de allí, con reservas hechas de semanas…, ¡muy contentos hemos vuelto! También hemos estado abriendo el concierto del maestro Cañizares en la Sala de la Orquesta nacional de la ciudad de Lille, en Francia. También hemos actuado en ‘La Compagnie du Tire-Laine’ y en la Peña ‘Los Flamencos’.

¿Encuentra diferencias respecto al público?

¡No encuentro diferencias de público! El belga y el francés es también un público muy respetuoso. Tenga en cuenta que, cuando se viene a un recital exclusivamente de cante, se entiende que al menos son mínimamente aficionados…, aunque puedes encontrarte con un público que no haya escuchado nunca flamenco y viene por ver qué es, pero la mayoría suele ser bastante aficionado. Cuando llevas baile a los sitios, la actuación es más accesible porque el baile llega a todo el mundo. El cante, o te gusta el flamenco o no lo entiendes, y pasa en España y en el extranjero. Así que no he notado nada, solo que es súper respetuoso, muy silencioso, no se escucha nada. Están muy pendientes, son muy observadores, y miran tanto lo que hacemos, que te sientes muy arropada respecto al público.

¿El flamenco se cuida más allá de nuestras fronteras?

Sí, sí. Mire, en el norte de Francia y Bélgica hay una gran parte de flamencos que están haciendo una labor muy importante. Son gente que se dedica a esto, que tienen escuelas de baile, de guitarra. Que se han preocupado muchísimo por prepararse sobre nuestra cultura, precisamente porque no es la suya, e intentan saber qué se está haciendo. Se preocupan de estudiarlo, una inquietud, por saber, de la que los propios españoles, muchas veces, carecemos. Ellos mismos, en sus propias escuelas, son los que se interesan en divulgar lo nuestro, cuando venimos, qué giras hay…etc, así crean una afición muy interesante que se encargan de informarse y saber lo que se está haciendo.

En estos dos últimos años ha sufrido la muerte de su madre, y ha vivido el nacimiento de su hija, ¿cómo influye a nivel artístico?

Todo lo que repercute a nivel personal te hace cambiar a nivel artístico porque soy la misma persona que se sube al escenario, y la que se baja. Si es cierto que la vida en estos dos últimos años me ha dado lo más bonito, que es mi hija, y un golpe muy fuerte como es la muerte de mi madre. Una de las personas más importantes de mi vida. Ella me acompañaba siempre, ¡yo creo que era mi fan número uno!, siempre tenía una frase positiva. Siempre me arropaba y ahora no está, y para mí su pérdida ha sido muy dura, algo inexplicable. Yo cada vez que me subo en el escenario pienso en ella porque siempre estaba allí, y ya no está, peo no está físicamente, porque a nivel espiritual sí. Mis conciertos se los dedico siempre a mi madre y a mi hija. Son en lo primero que pienso antes de arrancar. Siento la energía que me dan para seguir adelante. Mi madre sabía lo importante que es estoy para mí.

Le ha hecho plantearse la vida de otra manera…

Sí, todo esto me ha hecho ser más selectiva a la hora de saber lo que quiero, de no hacerme tantas preguntas, sino dejarme llevar más por las energías, lo que me transmite el momento, la gente y disfrutarlo. Tras un palo así una se planta a dónde quiere ir, y yo tengo claro que lo que quiero es vivir el momento. No pretender vivir más allá. La música está para disfrutarla y para hacer disfrutar a los demás. Hay que vivir, sentirse bien con lo que uno hace, y poco más.

Y estas Navidades, para disfrutar, la zambomba extremeña de ‘La Troupe Flamenca’…

¡Claro! La Troupe flamenca aporta a la zambomba frescura y ‘buen rollismo’ porque somos compañeros y amigos. Además, es un proyecto súper bonito donde siempre vamos a trabajar con ganas de pasarlo bien…Y mire, tras este golpe que me ha dado la vida tenía mucho miedo de que llegara la Navidad, pero La Troupe me va a ayudar, con esa fiesta, cantando entre nosotros como si estuviéramos en una casa comiendo perrunillas con anís, y con una energía maravillosa a la que invito, a todo el mundo que pueda, a verla y disfrutarla. Como novedad hemos incorporado el baile, que en los últimos años solo teníamos ocasionalmente, ahora, en todos los conciertos, contamos con Eva Soto. ¡Le dejo algunas fechas por si se anima! 14 diciembre en Hervás, 16, Valdelacalzada, 21, Orellana La Vieja, 22, Higuera La Real, 23, Guareña y algunas más por cerrar…

Facebook
Twitter
LinkedIn
M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Relacionados

Post's relacionados

La grandeza de lo sutil

“El que va conmigo y yo”, y allí estuvieron todos.Juan Carlos Romero nos abrió las puertas, y los devotos que asistíamos a ese gesto de generosidad

Farruquito, y las costuras

Es indiscutible la capacidad del maestro. Irrebatible, la raza, el compás, la nacencia, la intuición y el virtuosismo. Valga por delante. Si “Recital de baile”