Un filón de oro llamado Ostalinda Suárez.
Ostalinda Suárez (Zafra, Badajoz, 1980) ha conseguido alzarse con el segundo premio dentro de la categoría Filón de Oro (mejor instrumentista), del Festival Internacional de Cante de las Minas, de La Unión, Murcia. Éste, ha recaído en el pianista José Carlos Esteban-Hanza Fernández (Almería). En el Antiguo Mercado Público conocido como la ‘Catedral del Cante’, Ostalinda ha conseguido, para Extremadura, un galardón más en el Festival Flamenco más mediático del mundo que sabe a primer premio.
El público ovacionó en pie a la representación extremeña y los comentarios posteriores que han recibido dejan al flamenco extremeño con muy buen sabor de boca. “Me vuelvo emocionada y encantada de esta experiencia. Llegué con toda la ilusión del mundo y regreso a mi tierra agradecida de este segundo premio que otorga uno de los festivales flamencos más exigentes del mundo”, aseguraba la premiada.
Ostalinda acompañada del cante de Manuel Pajares, la percusión de Pakito Suárez El Aspirina (Botella; Raúl Domínguez Soto, en la final), la guitarra de Juan Manuel Moreno y las palmas de Jesús Ortega concursó en segundo lugar en las semifinales celebradas el día 6. En la final, deliberada tres días después, el jurado de esta 64º edición de La Unión integrado por el bailaor Eduardo Guerrero, el instrumentista Juan Parrilla, la periodista Kyoko Shikaze, el productor y guitarrista José Manuel Gamboa y el flamencólogo Paco Paredes ha otorgado la segunda plaza a la flauta, de la primera gitana en licenciarse de Europa en este instrumento.
Territorio flamenco, Extremadura ha mostrado en este Festival tener voz propia en este complejo arte con tres premiados en este prestigioso certamen a lo largo de su historia: las Lámparas Mineras de Miguel de Tena, Celia Romero, Esther Merino (cante) y el Bordón Minero de Javier Conde (guitarra). El Desplante (baile) y el Filón de Oro (instrumentista) serían, por tanto, los únicos premios sin sabor extremeño, por ahora, en La Unión.
Una vida consagrada al arte
Ostalinda Suárez Montaño (Zafra, Badajoz 1980) en el registro civil figura como María Antonia, pero ante la pila bautismal su familia decidió que sólo se dirigirían a ella como ‘Ostalinda’, que en romanó significa: la más elevada, lo que alude directamente a la Virgen María.
Gitana de nacimiento y flamenca de convicción, como su nombre, siempre ha querido elevar a lo más alto a la música clásica y el flamenco. Partituras con las que ha crecido y madurado como mujer y como músico. Concertista y solista de la European Romani Sinphonic Orchestra con sede en Bulgaria; su compromiso con la música y con el pueblo gitano comenzaría mucho antes ya que con, apenas doce años, Ostalinda se convierte en miembro fundador del grupo Matipén con el que hace sus primeras giras en 1993 por distintas ciudades de Italia.
Solo era el comienzo. El comienzo de una carrera siempre ligada a la música y a su cultura que le ha llevado hasta su ópera prima ‘Acaná’, el ‘ahora’ en la carrera de esta artista que ha sabido crecer, sin perder su sello identitario, entre la batuta internacional de su padre Paco Suárez, director de orquesta, y la percusión y arreglos musicales de su hermano Pakito Suárez ‘El Aspirina’. Unos acordes a través de la flauta travesera con los que, sin olvidar sus estudios de piano, ha conseguido comunicar, dialogar y presentar al público su propio lenguaje.