Entrevista a Sergio de Lope

‘La pureza en la música y en el flamenco no existe’

‘Yo he estudiado la tradición para luego poder meter mi granito de arena e introducir mi punto de vista.

‘… te quedas alucinado de cuanta gente dedica su tiempo libre para ver y disfrutar de su pasión por el flamenco’

‘Premios como el ‘Filón Minero’ te ayuda y te posiciona dentro del mundo profesional, del público aficionado flamenco, incluso de gente ajena que tras un premio mediático al final te ve o escucha tu nombre y le suena, pero no te soluciona la vida’

‘Sí pediría que nos dieran a los instrumentistas un poco más de hueco dentro de los festivales’

‘Yo he estudiado la tradición para luego poder meter mi granito de arena e introducir mi punto de vista. Es importante la tradición, pero la pureza no existe’

No debe ser fácil integrar un instrumento como es la flauta travesera en el mundo del flamenco, pero Sergio de Lope (Priego de Córdoba, Córdoba 1985) lo ha conseguido. ‘A los 8 años comienza sus estudios de Saxofón en el Conservatorio pero es con 16 años cuando decide iniciarse en la flauta travesera de manera autodidacta para tocar flamenco. Posteriormente se licencia en la especialidad de Flamencología en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba’ así reza su biografía y así se comprueba tras esta entrevista. El haber sido autodidacta en el aire de este metal, le han configurado una seguridad que se destila mientras trata, con esta periodista, de los posibles orígenes del flamenco, de lo que es puro y lo que no es, de esa mezcla que para él es el flamenco, y de la cita que ha tenido en el Festival de Jerez al que por primera vez ha ido acompañando a la familia Farruco. Sergio de Lope tiene buena conversación y sabe lo que dice, se comparta o no, pero tiene claro conceptos, presentes y futuros en este complicado mundo. Un mundo al que el aire, de cada moda y de cada artista (‘imprescindibles’ les llamamos los periodistas al comienzo de cada temporada) él ha sabido ponerle melodía. Una flauta travesera, conocimiento, afición y mucho amor por el flamenco. ¿Será esa la fórmula mágica que abra todas las puertas?

¿Qué ha significado para usted estar presente en el Festival de Jerez?

Jerez es el centro. Uno de los festivales de danza y de baile más importantes y estár con los Farruco, Manuel ‘El Carpeta’ y Farruquito que son el máximo referente en el baile de hombre en el flamenco, es un orgullo y un honor, y una de las metas a cumplir como músico, como instrumentista flamenco. Estoy muy, muy contengo, súper bien, disfrutando con un ambiente fabuloso y súper feliz.

¿Cómo está valorando el nivel del Festival este año?

Este año ha sido la primera vez que he ido, dos días en el Teatro Villamarta. Primero con Javier La Torre, la primera Compañía Internacional de Baile Flamenco que se ha hecho en la historia de este arte, y después, con Manuel ‘El Carpeta’ y Farruquito, y luego también, con otros compañeros, ¡muy bien! El ambiente además en Jerez, ¡es alucinante! La gente de todo el mundo que guarda en su calendario personal estas semanas para dar cursillos y ver flamenco…, te quedas alucinado de cuanta gente dedica su tiempo libre para ver y disfrutar de su pasión por el flamenco.

Y desde esa experiencia, ¿qué le añadiría usted al Festival?

Como instrumentista flamenco en el Festival de Jerez, y en la mayoría de festivales, a la hora de programar instrumentistas el porcentaje de espacios que tenemos es mínimo y yo reivindico en estos festivales…¡Está claro que no podemos ponerlo a nivel del baile o del cante, porque hay más cantaores y además son modalidades con más tradición! Sí pediría que nos dieran a los instrumentistas un poco más de hueco dentro de los festivales.

Porque el haber ganado el año pasado el ‘Filón Minero’ en el 57 Festival Internacional del cante de las Minas en la Unión no es suficiente, ¿no?

Premios como el ‘Filón Minero’ te ayuda y te posiciona dentro del mundo profesional, del público aficionado flamenco, incluso de gente ajena que tras un premio mediático al final te ve o escucha tu nombre y le suena, pero no te soluciona la vida. Es un empujoncito para seguir caminando y estando en la brecha.

Su primer disco: ‘A night in Utrera’. ¿Qué cosas pueden pasar en una noche en Utrera?

‘A night inUtrera’ es unalegatocontra la pureza en la música. La pureza en la música y en el flamenco no existe. Bajo mi punto de vista, la música ni se crea, ni se destruye, se transforma como la Ley de la Termodinámica. En ‘A night en Utrera’ rescaté un estribillo que apenas se usa ya, y lo introduje en un estándar de jazz. ¡Música geográficamente antagónica! música de alguien de EEUU y música creada aquí, en la baja Andalucía, convivieron perfectamente, ¡y funcionó! Esto, lo que quiere decir, es que la música actúa como los humanos: socializa, porque es la manera natural de comportarse de la música. Insisto: para mí la pureza no existe en el mundo en general.

O sea, que en el flamenco, para usted, la pureza no existe como tal, sino que es una evolución constante…

Existe lo tradicional que es muy diferente a lo puro. De la tradición hay que beber de ella y estudiarla. Yo de hecho no he hecho la carrera de Flauta sino la de Flamencología en el Conservatorio Superior de Córdoba. Yo he estudiado la tradición para luego poder meter mi granito de arena e introducir mi punto de vista. Es importante la tradición, pero la pureza no existe.

Y no siente el temor que lo puro o lo tradicional, en esa mezcla constante, se pierda…

No creo que se pierda…, pero es que como no creo en lo puro no pienso que se pierda. Para mí solo existe la tradición y no creo que se pierda ni deba de perderse…Aparte si piensas, el flamenco nace de lo impuro, de la mezcla del folclore…, yo tengo una definición: el flamenco es la memoria del pueblo andaluz. Es cierto que tiene muchísimas influencias, por ejemplo Extremadura ha puesto su granito de arena en el flamenco, el pueblo gitano también su granito. No es por buscar una denominación de origen, pero nacer, nació en la baja Andalucía y hablo del flamenco como esa memoria. Todo lo que pasó por ahí se ha cristalizado y se ha convertido en un género que se ha llamado flamenco.

Sí, es como una playa de múltiples de granitos…

Si, si, y dese cuenta de una cosa: algo que ha nacido de esta manera, con tantos granitos de arena diferentes, ¿cómo se puede llamar puro? ¿Dónde está la pureza ahí?, entonces la pureza, ¿qué ha nacido?, ¿de la impureza?

Yo es que creo que lo puro es lo que se hace bien…, sin distinciones…

Claro, es otra visión. Lo que está bien hecho y hecho con respeto al final fragua, y se convierte en un clásico, no como pasó por ejemplo cuando Camarón y Paco de Lucía crearon un palo del flamenco como era la canastera. Ha sido un palo que en el tiempo no se ha desarrollado. No sé si llegará a desaparecer o no, pero no es un palo que un cantaor lo haga normalmente o que en un espectáculo se meta, ¿no? y al final no es un palo que haya calado, pues lo mismo pasa… ¿qué se va a convertir en un clásico? Clásicos son Pepe Marchena, Manuel Torres, Vallejo, Fosforito…, cantaores que trascienden, tanto su trabajo como su obra.

¿Qué cree que aporta la flauta travesera al flamenco?

Aporta una nueva sonoridad, una nueva textura musical. También que entren otros músicos al flamenco aportando su visión, y una manera diferente de entender la música. La flauta le da frescura, fuerza para el baile por ejemplo, y también la sutileza.

¿En qué le ha ayudado la travesera a crecer como artista?

Me ha ayudado a encontrar mi camino, mi misión de vida, lo que soy, lo que quiero ser: un músico en general, un músico flamenco. Me ha ayudado a compartir la música con el resto del mundo.

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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