Rodrigo Fernández, guitarrista

«Las historias vienen sin quererlas, las da el tiempo y la vida»

Acaba de presentar su primer disco ‘Arrecógete’, nada más y nada menos que en la Bienal de Sevilla. Un escaparate de arte y señorío flamenco donde Extremadura, de la mano del guitarrista Rodrigo Fernández ha jugado y goleado en un partido a todo o nada. Gracias al concurso de Jóvenes flamencos de Sevilla promovido por el Instituto de la Juventud de Andalucía que ganó este joven artistas y donde acabó finalista pudo realizar este sueño. Sobre el escenario: Aitor Moya (productor del disco), con la percusión y coros, José Lucas El Pira a la segunda guitarra y coros, Luis Sanz al bajo, Juan Carlos Passas con la flauta travesera y Paco El Levita al cante y coros. ‘Lo más satisfactorio es poder tocar y desarrollar mi música con artistas de mismo gusto y musicalidad, con ese buen rollo, esas ganas de darlo todo, con esa frescura que da la juventud. Juventud, divino tesoro que hay que aprovechar para el estudio, y para seguir creciendo.



–¿Qué cree que ha supuesto para Extremadura y para usted esa presentación en la Bienal?



–Pienso que es un honor para la región que un guitarrista joven extremeño presente su primer trabajo en este Festival de Sevilla y sobre todo que lleve el nombre de nuestra tierra. Para mí ha sido importante, no solo por actuar en la Bienal, sino por el hecho de haber podido tocar todos los temas del disco por primera vez en directo. Eso ha sido una experiencia inolvidable: compartir mi música con todos los aficionados y conectarme con el resto de componentes del grupo.



–¿Qué sintió sobre el escenario?



–Se pasan muchos nervios pero una vez que se está en el escenario todo parece muy fácil y el tiempo pasa volando. La misma grabación del disco no ha sido muy larga, pero el periodo de creación requirió su tiempo. Las historias vienen sin quererlas, las da el tiempo y la vida. De eso va el disco, de esas historias con las que uno se va encontrando. En este trabajo tengo por ejemplo la historia de la rondeña que pasa a fandangos de Huelva y se titula «Para qué mais». Nace de tantos días pescando bajo el Puente de Triana en el río Guadalquivir en el que conocí a mucha gente y en especial a un buen amigo portugués, Alberto. Una bella persona que no tenía nada, solo su mochila, unas zapatillas nuevas que siempre se le mojaban cuando pasaba un barco turístico y un par de cartones para dormir. Llevaba seis años fuera de su tierra y no tenía como contactar con sus familiares, su hermana, que era la única familia que tenía (creo que éste año se fue a buscarla y espero que le haya ido bien). Pero sobre todo era una persona muy humilde y muy agradecida. Siempre estaba pegado a un pequeño altavoz al que conectaba un mp3 y alegraba a todos los ‘pescaores’, le gustaba el flamenco y AC/DC. Una noche le hice una visita a donde se quedaba a dormir, llovía y hacía frío, le invité a un chocolate caliente y a pesar de sus deseos de tomarlos, lo rechazó. Con mis cascos puestos, la boca de mi guitarra apuntando a mi torpedo (mi micro de mi estudio casero), y Alberto inundando mi mente las notas flotaban por la habitación. Es una historia, de las muchas que hay…, cada tema del disco tiene un significado.



–¿Cómo está siendo la puesta en marcha de su disco?



–Pues va poquito a poco…, la verdad es que estoy muy contento con el resultado, aunque me a costado «parar» porque siempre ves nuevos colores, cambios, más ideas, etc., uno siempre quiere más y más y si no paras, nunca acabas (es una de las cosas que he aprendido en el ámbito de la grabación, mas bien, en el ámbito de la composición diría yo). Algunos temas los tenía compuestos, otros sin acabar y otros han surgido en el momento, todo esto en un tiempo de tres meses y grabando las guitarras en una semana…, creo que no está nada mal para ser un primer trabajo discográfico. Estoy muy orgulloso de este disco y de poder plasmar mi música y mi forma de ser en él. Dentro de ‘Arrecógete’ podréis escuchar toques por bulerías, tangos, seguirillas, rondeñas, fandangos de Huelva, rumbas, taranta, soleá… una variedad de temas extensa en los que tanto letra y composición son propias. Estoy muy contento de tener a grandes artistas y buenos amigos como colaboradores como Aitor Moya como productor, teclados, coros, bajo y arreglista; Paco «El Levita» y Alberto Moreno «El Morito» al cante y coros; Vicky González al cante; Ismael Moya aportando su colaboración a la guitarra y coros; Andrés Malpica a los tacones y Juan Carlos Passas al saxo y flauta travesera.



–¿Qué significa para usted ‘Arrecógete’?



–Un sueño, grabar ha sido uno de mis sueños y lo he cumplido. Hace mucho tiempo que tenía en mente grabar un disco, incluso grabé hace ya cuatro o cinco años una maqueta con El Niño de Badajoz en los estudios Kobra. También hace casi dos años empecé a grabar otra maqueta en Badajoz en el estudio de un amigo del cerro, Francis Pinilla, ¡y ya estoy pensando en el siguiente! Me encanta grabar y estoy dispuesto a hacerlo con todos aquellos que requieran mi música grabando en discos de cante, y fusionando con otros estilos musicales como jazz, blues, árabe, india e incluso rock.



–¿Es un buen momento comercial para sacar un trabajo?



–La verdad es que no, hoy día con internet y la que está cayendo es difícil vender discos (según lo que me cuentan conocidos que están dentro de éste ámbito). Pero bueno, soy optimista, estoy haciendo mucha propaganda por redes sociales y espero que el disco tenga éxito en el mercado. Hoy en día el mercado de los discos está fuera de España, por redes como itunes, Spotify, etc aunque siempre en mis actuaciones dispondré de discos para la venta, de todas formas pienso que lo más importante es que me escuchen y darme a conocer.



–¿Cómo se gesta un disco?



–Un disco en el estudio tiene días y días…, hay momentos en los que todo sale a pedir de boca y otros de frustración. Me quedo con los momentos de buen rollo y armonía que hacen que se te pase el tiempo volando…, las guitarras buenas del disco se grabaron en cinco días, ¡con siete y ocho horas de grabación!, en los últimos días apenas podía sentarme…, a parte de la grabación de mi guitarra está la grabación de otros instrumentos y compañeros y los buenos ratos en casa de mi compadre Aitor Moya produciendo el disco y aprendiendo (es aquí donde la música va cogiendo color y donde surgen más quebraderos de cabeza). Estoy muy agradecido a Aitor e Ismael Moya por abrirme las puertas de su casa y compartir conmigo este primer contacto con el mundo de la grabación musical profesional.



–¿Y como se ha ido gestando al guitarrista profesional que es ahora?



–Poco a poco, yo soy una persona tranquila. Me levanto por la mañana, estiro, y ocupo el día pensando en música y en nuevos proyectos. En mis ratos libres me gusta desconectar en el campo, con los amigos y me encanta escuchar otras músicas aunque reconozco que a veces la mejor música para mis oídos es la de la naturaleza y el propio silencio. Soy una persona muy campechana. Ese es también el Rodrigo guitarrista profesional.



–¿Qué ha aprendido a lo largo de estos años?



–He aprendido que el flamenco es muy extenso y no entiende de barreras ni fronteras, una fuente de transmisión muy rica en emociones. Pero desgraciadamente me doy cuenta que el flamenco es un mundo muy oscuro, muy competitivo. Debería ser distinto, el arte está para compartir emociones entre unos y otros y hoy día todo es una competición. Los artistas se echan tierra unos a otros, incluso a algunos, ¡los entierran vivos! Mucha gente asiste a los conciertos solo a criticar en vez de a escuchar y conectarse. Eso me da pena…, pienso que hoy en día se le está perdiendo el respeto a los artistas, la gente cada vez quiera más y por menos, no se dan cuenta del trabajo que hay detrás del escenario y se aprovechan del estado del país, «si no vas tú, va otro…». Los buenos gestos y la humildad cada día están más lejos. Seguro que la mayoría de los artistas que ahora están leyendo esto, sino todos, estarán asintiendo con la cabeza con toque de resignación. Pero pienso que llegarán tiempos mejores para el flamenco y para toda España. El extranjero apuesta fuerte por el flamenco y es de admirar el respeto y admiración de estos.



–¿Cuáles son sus raíces y referentes en el flamenco?



–Pues respecto al flamenco no tengo raíces familiares. La música me entra por los oídos desde chico. Agarro la guitarra a los cinco años junto con mi padre y mi hermana en una escuela privada, paso por el conservatorio a los ocho estudiando guitarra clásica y de ahí me empiezan a gustar otros estilos como el rock y mi padre me regala una guitarra eléctrica. Luego descubro el flamenco a la edad de 12 o 13 años y desde entonces estoy inmerso en el. Mi guitarra eléctrica cambia por una Alhambra flamenca y la púa por la garra de los flamencos. Mi padre empezó a traerme a casa al Niño de Badajoz una o dos veces por semana para que me cantase y yo le acompañara (me acuerdo cuando me daba una patada en la pierna cuando dejaba de mover el pie ignorando el compás). También recuerdo que me llevaban a una tasca donde se reunían la Kaíta, el Nene, Alejandro Vega y muchos más. Era muy emocionante el saber que todos los niños de esa edad estaban en casa estudiando o dormidos mientras yo estaba tan tranquilo ‘juntándome’ con los flamencos.



–¿Qué transmite su guitarra?



–¡Eso que lo digan otros! A mí personalmente me inunda de placer el alma cuando agarro mi ‘bajañí’.



–¿Cómo se definiría?



–Pues me defino como música porque estoy todo el día inmerso en ella. Ando a compás, como a compás, vivo a compás. Como guitarrista soy muy abierto y me gusta nutrirme de los demás. Me gusta relacionarme con músicos, que me aconsejen los entendidos, y acepto muy bien las críticas. Creo que todo nos hace crecer, ‘el guitarrista debe aprender continuamente, debe estar vivo’, esta frase la tengo incrustada en el cristal de mi escritorio hace muchos años.



–¿A donde le gustaría llegar?



–Bueno, mi sueño es vivir de la guitarra, de la música. Ahora mismo me gustaría llevar el contenido del disco al espectáculo, la actuación de la semana pasada en la Bienal de Sevilla ha sido una inyección para seguir luchando por ello. Creo que tengo muchas salidas para el futuro, espectáculos, seguir grabando, acompañar al cante y baile y no descarto el salir al extranjero. Animo a las organizaciones a apoyar a los jóvenes que estamos creando y luchando por avanzar y hacernos un hueco en éste mundo del flamenco, para poder vivir de la música, del arte.



–Para terminar, ¿cómo le ha ido?



–Pues este verano ha estado ‘cargaíto’ de buenos momentos, he tenido algo de trabajo, he estado entretenido con la edición del diseño de la portada, librillo e interior del disco (desde aquí quiero dar las gracias a mi buena amiga Tania Gallego Lirola por las ilustraciones de la portada y contraportada, Jose Ignacio Rodríguez por las fotos y Alvaro Indias de «ARTEOTRO» por el diseño del librillo del disco) También he viajado a la República Checa donde he tenido varias audiciones y he acompañado las clases de baile que ha impartido mi novia (desde aquí quiero agradecer todo su apoyo, porque siempre está cuando la necesito) Ya estoy invitado para todo el mes de diciembre a continuar con la enseñanza y actuar con músicos checos…, ahora solo falta «Arrecoger» los frutos sembrados a principio de éste año esperando que todos puedan disfrutar de sus sabores.



–Le hago la pregunta del anterior invitado: ¿Cree que en el flamenco la técnica ha de estar al servicio del arte o el arte al servicio de la técnica?



–Pienso que la técnica es importante a la hora de ejecutar, ya que te da más seguridad y mayor capacidad para expresar todo lo que se te viene a la mente a la hora de componer. Pero pienso también que el arte no entiende de técnica.



Artículo publicado en: http://www.elperiodicoextremadura.com/m/noticias/badajoz/rodrigo-fernandez-guitarrista-las-historias-vienen-sin-quererlas-da-tiempo-vida_828316.html

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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