Pedro Cintas, cantaor

«Nada es fácil pero algunas cosas son innecesarias»

Escribió en ‘Papeles Intimos’ su último trabajo, el transcurso de una carrera que le ha llevado desde los veintiún años a pisar, de tablaos de peñas flamencas ortodoxas y puristas como la de Llerena, a tablaos de mayor número de público aunque no de mayor conocimiento de otras ciudades españolas. Para él todos los escenarios son importantes. Ha ido donde le han pedido que estuviera, y de ahí su éxito. Porque la disponibilidad y la garantía de cumplir con lo que se espera de uno, no es tan usual aunque parezca extraño. Pedro Cintas cuida mucho la puesta en escena. Sus gestos, su talante, su estética, su quietud ante una silla de enea y por supuesto, su repertorio. Hoy Cintas recibe su particular ‘recompensa’ tras un espectáculo, ‘un tríptico jondo’ como aseguran algunas críticas que le ha unido a otros dos grandes nacionales. El artista cuida al cantaor, y la afición hace el resto.



–El espectáculo ‘Recompensa’ ha conseguido reunir a tres premios nacionales: Ricardo Fernández del Moral, ganador de la Lámpara Minera de La Unión en 2012, Manuel Cástulo ganador del Nacional de Córdoba en 2013 y a usted, ganador del Nacional Antonio Mairena en 2010, ¿cual ha sido la verdadera recompensa de este espectáculo?



–El reconocimiento a nivel artístico sin duda eso, el reconocimiento. Porque el que no tengo en mi tierra lo estoy recibiendo fuera, en Andalucía y el resto de España. Es muy gratificante y es lo que te llena como artista y como persona a tu trayectoria después de quince años, aunque por otra parte tiene un sabor amargo por lo que te comentaba, porque tiene que ser fuera de Extremadura aunque la verdad, creo que esa prueba de fuego la hemos pasado todos los artistas extremeños. Otra recompensa ha sido trabajar con dos artistas de una calidad humana y artística impresionante.



–¿Qué ha aprendido?



–He aprendido mucho porque he convivido con dos formas de ver e interpretar el flamenco. Estos dos grandes artistas, a parte de contar con un corte clásico con el que también me siento identificado cuentan con una riqueza inmensa porque son dos grandes estudiosos del cante. Además, al llevar más tiempo trabajando, cantando y curtiéndose en más festivales y peñas que yo, he podido recibir de ellos muchos consejos que son de agradecer.



–¿Cuál ha sido el que más ha valorado?



–Que hay que disfrutar con lo que se hace porque es de la única manera que puedes hacer disfrutar al público. Viendo a esos aficionados que están disfrutando con lo que estás haciendo y con lo que intentas transmitir. Es es el auténtico valor.



–¿Qué ha sido lo más complicado de asimilar en todos estos años de camino?



–Lo más difícil de asimilar la cantidad de zancadillas y si no al menos, de baches. Considero que algunos son verdaderamente innecesarios aunque creo que también forman parte de esta forma de vivir, de este trabajo o de este arte. Creo también que pasará en otras facetas de la vida…, pero no obstante son cosas que te curten que te hacen crecer como persona y como artista. También he aprendido que no todas las cosas son tan fáciles ni tan bonitas, pero que te lo pongan difícil con mala intención tampoco es necesario. Nada es fácil pero algunas cosas son innecesarias.



–En el flamenco, ¿se perdona?



–En el flamenco se perdona pero no se olvida, al igual que en todos los sitios, al igual que pasa en todas las casas, trabajo y familias sobre todo cuando los palos son fuertes. Los palos pueden venir de los compañeros y no le encuentras explicación, no sabes porqué ocurre. También son las personas que se mueven alrededor de los artistas los que crean un ambiente tenso, ¿con qué objetivo? ni lo sé ni me interesa. Yo soy el mismo que hace 38 años ni más ni menos. De pueblo, humilde, trabajador y que mira por los suyos. Así soy yo.



–Ha compartido cartel con grandes figuras del cante como El Chocolate, José Menese, Chano Lobato, El Lebrijano, Curro de Utrera, Calixto Sánchez, El Cabrero, El Pele, Carmen Linares… ¿cómo se ha enriquecido con todo eso?



–Me quedo con todo y con todos los momentos que he podido compartir con ellos. Con Chocolate por ejemplo, por la experiencia de un cantaor que miraba el cante como es: rancio. Le cantaban los cantes por derecho y sin aditivos. Los consejos que pude recibir son que el flamenco hay que recibirlo de la fuente y emborracharse muchas veces cantando y escuchando, porque uno si no escucha no se enriquece, aunque no queramos y tengamos tantos adelantos…, hoy muchos jóvenes no son consecuentes porque el flamenco se enriquece con vivencias.



–¿Cree que la nuevas promesas no tienen base?



–Hoy los que vienen nuevos, bases si tienen, otra cosa es que la quieran coger. No se dan cuenta de que uno se muere de viejo y no termina de asimilar lo extenso y lo rico que es el flamenco. También creo y observo que a las jóvenes promesas les falta un poco de humildad porque esto no es el que primero llega, sino que es una carrera de fondo. No valoran el trabajo de los compañeros, y su trayectoria. Con esto no quiero decir que sean todos pero en algunos si que he observado ese defecto. Me da pena por el flamenco y también por ellos porque se están equivocando. Que un artista sea humilde no está reñido para que sea mejor o peor artista, todo lo contrario. Es una parte fundamental porque a medida que vayas creciendo como artista lo puedas ir haciendo como persona, aunque no vamos a negar que este sea un mundo complicado.



–¿Cómo se ha ido enriqueciendo usted?



–Pues mire, a mi abuelo no le conocí pero empecé creciendo con el flamenco a través de mi padre con el que escuchaba en el coche, en un 2 CV. Me quedaba dormido en los festivales y con tres años ya quería subirme al escenario a cantar, hasta que lo conseguí, claro que fue en los brazos de mi padre gran aficionado que me llevaba en brazos. Subió mi padre a cantar y allí me quedé dormido. No se me olvidará nunca porque cantó una nana con la que tras noche me dormía, claro así se entiende que me quedara profundamente dormido en el escenario…



–Y ahora como artista, ¿con qué escenario sueña?



–Yo sueño con todos los escenarios: ni chicos ni grandes, todos son importantes: desde la Peña más humilde hasta el teatro más grande . No olvide que nosotros, los artistas nos debemos a los aficionados ya sea en un teatro que en un Peña. Todos merecen el respeto pero no vamos a ser hipócritas o por lo menos yo no voy a serlo, porque no voy a negar que el escenario de los grandes auditorios o carteles más importantes son lo que nos dan prestigio.



–¿Algún cartel en particular o escenario en particular?



–¿Cartel? para mí, si le soy sincero ¡todos! porque en todos he encontrado algo que me aportara pero aquí tampoco voy a ser hipócrita. Los carteles cuando los he compartido con las primeras figuras son los que a mí me han dado vida, además de los premios reconocidos como el de Antonio Mairena que son los que a mí me han empezado a dar un poco de sitio



–Entonces los concursos sirven para algo, ¿no?



–Claro que sí sirven. De hecho sino fuera por los concursos a muchos artistas hoy no se les reconocería.



–Más de 30 primeros premios, ¿qué ha aprendido de todos ellos?



–He aprendido el valor que tienen los concursos como le decía. Yo empecé a ‘placearme’ en concursos y en Peñas donde menos, porque a mi no me conocía nadie. A raíz de los concursos se abrieron las puertas de algunas Peñas, y luego de algunos Festivales y así…



–¿Qué ha escrito en esos ‘Papeles Intimos’ al que tanto ha mimado?



–Lo he escrito todo o gran parte de mí porque se que aún hay mucho más. En estos ‘Papeles’ está escrita la responsabilidad de haber heredado la obra no grabada del cantaor más grande que ha dado la historia que ha sido Antonio Mairena, y al que yo he tenido la suerte de tener acceso. Esa ha sido una experiencia única, porque la amistad o la relación tan estrecha que me une a la casa de los Mairena y a Mairena del Alcor como ciudad para mí es indescriptible. Me siento uno más de ellos, y sin renunciar a mi tierra pero porque ellos me han hecho sentir, me han acogido como a uno más. Yo jamás he negado de mis raíces, de ser extremeño de la provincia de Badajoz, y de mi pueblo que es La Albuera. Me he sentido, me siento y me sentiré siempre orgulloso de llevar a mi tierra por bandera. De otra cosa de la que me puedo sentir orgulloso hoy por hoy es del cariño y reconocimiento de la gente de mi pueblo. Ese es un sentimiento muy grande.



–Cuenta con la buena crítica de flamencólogos de la talla de Francisco Zambrano o Manuel Martín Martín, ¿qué parte del éxito recae en ellos?



–La parte que recae es haber descrito mi trabajo sin tapujos y expresando simplemente la verdad, que no es menos que el trabajo y el empeño que yo pongo en lo que hago.



–¿Cuál es a su juicio el mayor error que puede cometer un artista?



–Perder la humildad. Ese es el mayor error. Puedes ser el más artista o el que menos pero nunca hay que olvidar que el aficionado más desconocido que te puedes encontrar en el lugar más recóndito puede enseñarte algo, y puede enriquecerte cultural y artísticamente. Siempre puedes encontrar donde seguir creciendo porque no olvidemos que hay artistas que no lo han sido, no porque no hayan podido sino porque no han querido y te pongo un claro ejemplo, aunque no sea de cante sino de baile como es El Peregrino. Es de los pocos bailaores por no decir el único, que me ha llegado a poner los pelos de punta. El Peregrino le ha dado más valor al estar al calor de su familia que al calor de un teatro lleno a rebosar.



–¿Cree que algún artista hoy por hoy sería capaz de hacer eso?



–No lo sé, sinceramente. Supongo que según las necesidades que tuviera cada uno.



–Le hago la pregunta que le dejó el anterior invitado: ‘Es de diez: ¿por qué el jaleo despareció en toda la geografía flamenca y solo permaneció en Extremadura?



–Porque el jaleo de Extremadura es, y porque en Extremadura fue el único sitio donde se preocuparon de conservarlo, aunque sinceramente la pregunta de diez de Francisco Zambrano, ¡siempre serán sus respuestas!



Cuerdas, tacones y quejíos



-¿De qué color es el flamenco?



-Blanco y negro.



-¿A qué sabe una buena noche de arte?



-A buen vino.



-¿Cuál es su primer recuerdo de este arte?



-El verme dormido en los brazos de mi padre en un escenario.



-¿Qué cree que es lo más triste del éxito?



-Yo no he conocido lo más triste pero supongo que verte sólo con el reconocimiento del éxito y no de la gente que te quiere de verdad.



-¿Qué es lo que no se sabe del mundo del flamenco?



-Lo sacrificado que es.



-¿Cuál es la salvia del cante?



-El alma de uno mismo.



-¿Cuál es la revolución pendiente en el flamenco?



-No existe, no es necesaria. El flamenco por sí solo es ya una revolución.



-Deje su pregunta para el siguiente invitado…



-¿Hasta qué punto el flamenco es import



Artículo publicado en: http://www.elperiodicoextremadura.com/m/noticias/badajoz/pedro-cintas-cantaor-nada-es-facil-algunas-cosas-son-innecesarias_843793.html

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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