En corto:
“Alejandro Hurtado es la perfección en estado puro”
“Creo que le he aportado soltura y él a mí, una seguridad brutal porque Alejandro Hurtado es un músico matemático, perfeccionista”
ENTREVISTA A INMACULA SALOMÓN, Bailarina
No volvería a cometer el error de dejarme llegar por la opinión ajena. La Psicología Holística es una corriente que considera al ser humano como un todo integral, interconectando cuerpo, mente, emociones y espíritu. Así, como un todo, es como entiende, la bailarina Inmaculada Salomón (Madrid, 1988), el flamenco. “Yo creo que se baila como se es, y cuanto más te trabajes interiormente, mejor vas a bailar”. En la 20 edición de Flamenco Festival Londres en el recorrido por el toque flamenco en diálogo íntimo con el baile acompañará a Alejandro Hurtado en una edición en el que se estrena el ciclo ‘Ellas, flamencas” con el que se quiere conceder un protagonismo especial al talento femenino en el cante y el baile.
Vuelve a Londres después de su actuación el pasado mes de febrero…
Si, si, estuvimos con una propuesta diferente a la se va a poder ver en este Festival. El único tema que vamos a repetir es la Jota de Jarra que es el número final del espectáculo. “Miradas” es una propuesta que parte del disco de Alejandro Hurtado “Tamiz” en el que también estamos acompañados de la percusión de David Domínguez. La “Danza del Molinero”, “Habanera”, Tangos, peteneras…
¿Cómo surgió esta colaboración?
Alejandro es un guitarrista clásico que toca flamenco, y yo una bailarina de danza española que puede bailar flamenco. No nos conocíamos, pero cuadramos a la perfección fue: ¡guau! iba mucho con mi estilo mi forma de bailar. Me envío las piezas, yo me las monté y nos dimos cuenta de la compenetración que teníamos los dos. Alejandro Hurtado es la perfección en estado puro.
¿Qué crees que le has aportado?
Creo que le he aportado soltura y él a mí, una seguridad brutal porque Alejandro Hurtado es un músico matemático, perfeccionista. Quizás le he dado eso, más descontrol, el no llevarlo todo atado… (se ríe) Yo sé perfectamente lo que va a hacer, como lo va a hacer y me ayuda muchísimo en el baile.
Esta obra puede ser un punto y aparte en su carrera, ¿no es así?
Pues creo que sí, que se ha convertido en algo muy importante para mí. Es verdad que todos estos años me he dedicado al cien por cien al Ballet Nacional, no he trabajado mucho fuera, y toda mi carrera ha sido bastante intensa. Hoy, que ya soy primera bailarina, sí que es verdad que estoy haciendo más cosas fuera y desde otro lugar. Creo que Alejandro ha llegado en el momento que tenía que llegar. Es un lujo y un disfrute para mi trabajar con él, y no hubiera sido posible en otro momento de mi vida. Ha llegado justo en un momento de madurez artística en el que puedo afrontar este tipo de retos.
Usted es Máster en Psicología Holística. ¿Entiende el flamenco, por tanto, como un todo integral?
Totalmente. Yo creo que se baila como se es, y cuanto más te trabajes interiormente, mejor vas a bailar. Lo tengo claro.
¿Cómo ha sido ese proceso para usted?
Es verdad que siempre he tenido una inquietud de ir siempre a más, a mejor tanto a nivel personal como profesionalmente; buscando estar más equilibrada en mi vida, no tener ansiedad…; me use a estudiar y en la pandemia tuve el tiempo para estudiar, porque es cierto, que la vida de una bailarina es no tener tiempo para otras cosas que también te motivan, y justo me pilló en el que estaba en el Ballet por la mañana y por la tarde en El Corral de la Morería y claro, me había apuntado a dos máster pero no tenía tiempo para hacerlo. Al surgir toda la pandemia fue cuando tuve el tiempo. Para la pandemia fue un momento de crecimiento brutal porque tuve el tiempo que no podía tener y que no tengo ahora. Me saqué los dos másteres, trabajé mucho en mi en mi interior, en cómo quería ser, en cómo no, en como quería bailar…, este año he podido sacarme un programa de Coaching para artistas que se llama Método Artista Resiliente Transformado Emocionalmente (A.R.T.E.) un curso en línea diseñado para artistas que buscan ir más allá de la técnica y desarrollar una fortaleza emocional y mental sólida. Este año he contado con dieciséis personas haciendo la formación, y eso, me ha hecho muy feliz.
¿Qué buscaba con esto?
Yo quería devolverle a mi profesión lo que me ha dado: muchos momentos de felicidad y otros no tan bonitos pero que me han hecho crecer mucho como persona y artista. Quería devolver lo que me ha dado y también, poder ayudar a esos artistas que se encuentran en momentos difíciles, como yo he pasado en otros momentos, desde mi experiencia y estando en activo. Por ejemplo, yo hoy tengo ensayo y lidio con cosas que me están pasando y que después puedo transmitir. Eso es lo que me gustaba de hacer esto: el hecho de estar en activo y no hacerlo cuando ya no baile.
¿Qué aprendió en ese reconocimiento de sí misma?
Aprendí a cerca de mis valores, fortalezas, debilidades, del ego de los artistas, de la cantidad de resiliencia que tenemos, de la capacidad de transformación, el sacrificio…, un montón de cosas que pasamos por alto y que sí hay que hacerlo, para reconocer los propios logros y no caer en lugares de los que es difícil salir.
Por último, ¿Qué error no volvería a cometer?
No volvería a cometer el error de dejarme llegar por la opinión ajena.
