Falete, cantante

«Yo sé que el público de Extremadura me quiere, igual que yo a él»

El amor siempre duele, siempre. Estando en amor y estando en desamor.

–¿Qué tiene ‘En el corazón’ Falete?

–Pues ‘En el corazón’, que es como se llama el espectáculo [Madrid del 28 al 30 de junio, en la sala Alcalá], tengo un ramillete de canciones divino. Canciones que yo tengo desde la infancia y la juventud y que he oído, que me las han enseñado, pero nunca me ha dado por cantarlas. Es la primera vez porque siento que ahora, estoy en el momento de presentar estas canciones.

–Todo lo que tiene que dar, ¿cabe solo en tres días?

–No, ¡para nada! Se necesitaría una vida, ¡y muy longeva, completa! (se ríe) pero también es cierto que me gusta dar las cosas como los perfumes, en frascos pequeños, la dosis de veneno suficiente para que te duerma y no te mate. De todas formas después de Madrid me voy al norte, a Extremadura, a Andalucía…, y en septiembre, octubre me voy a Miami, Puerto Rico, Cuba…

–¿Vuelve a Extremadura?

–Sí, sí. A Extremadura voy próximamente pero no quiero adelantaros nada por ahora…, pero prontito voy a estar con vosotros. Yo tengo un recuerdo fabuloso del año pasado cuando actué en el López de Ayala. Yo sé que el público de Extremadura me quiere, igual que yo a él.

–Va a recorrer con su voz su historia de amor con la copla recordando a Juan Gabriel, Rocío Jurado, María Jiménez… ¿sentía necesidad de mirar atrás?

–Siempre es necesario mirar atrás, sobre todo para que no se nos olvide nunca de donde venimos y como crecimos. Haré todas esas canciones maravillosas, y también haré de las mías, que no puedo ni quiero dejar de hacerlas.

–¿Por qué ahora?

–Porque, simplemente me apetece. Yo miro atrás siempre, todos los días, y además creo que es la única forma que todo ser humano tiene para mantener los pies en el suelo, no irse por las nubes y no dejar que se le vaya ‘la olla’. Tampoco se había dado la ocasión hasta ahora. He estado con otras cosas, otros espectáculos y ahora me apetecía muchísimo, no tiene nada de especial. Estoy en el momento y me apetece cantar un bolero, una balada, y no es algo que yo haga habitualmente en un espectáculo.

–Recordará grandes éxitos, de grandes artistas, pero ¿qué recuerda de ellos como personas?

–Bueno, le cuento una anécdota…, yo a Juan Gabriel lo conocí a través de Isabel Pantoja en un cumpleaños de ella, dos veces lo vi, pero ese cumpleaños en concreto fue mágico. Hubo un momento en que estábamos Miguel Poveda, Juan Gabriel y yo cantando, y bailando Isabel Pantoja. Fue mágico y así le conocí.

Lo primero que me llamó la atención de él fue su humildad y la cercanía y, fíjese, las primeras palabras que me dedicó fue para darme las gracias porque cantara sus canciones. En Madrid las cantaré pero lo cierto es que todos mis discos llevan canciones de él. Esa cercanía, esa humildad…, pero es verdad: quien es grande en todos los sentidos, es la persona más cercana.

A mí esos artistas son los que me llegan al alma. Lo inmensos que son para el mundo, y qué sencillo, qué fácil y qué accesibilidad. Y me impactó mucho Juan Gabriel la verdad,…, al año siguiente volvimos a coincidir allí mismo.

Rocío Jurando también es otra persona que me ha marcado. La conocí en una romería del Rocío, y de ahí surgió el dueto que hicimos en un especial para TVE. A mí me sorprendió mucho porque como estaba ella, que estaba mala de verdad…, y allí todos éramos unos ‘flanes’ de admiración y de respeto. Estábamos al lado de uno de nuestros ídolos creando un dueto que iba a quedar de por vida… Rocío Jurado dio una lección de naturalidad y de sencillez. Ella estaba: tranquilo niño, que esto nos va a salir genial…, fue muy fuerte, con lo malita que estaba de verdad…

–Vuelve a los escenarios tras su paso por un conocido éxito televisivo aquí y en Latinoamérica, y se vuelve a subir al escenario, ¿vuelve a casa?

–Yo nunca me fui de casa, siempre he estado cantado. El año pasado fue divino y éste igual. Cada vez que me subo al escenario es una vivencia nueva, con un público nuevo que está para verte y darte cariño. Todos los públicos coinciden en lo mismo, en ese mismo cariño, pero cada uno te lo expresa de una forma diferente, por eso es una sensación distinta cada vez que te subes a un escenario.

–Su primer trabajo lo tituló ‘Amar duele’, ¿le sigue doliendo?

–El amor siempre duele, siempre. Estando en amor y estando en desamor. Cuando estás en amor duele la separación, cuando por ejemplo tienes que separarte por trabajo, y notas su ausencia…, duele la sobreprotección sobre las pareja, y en el desamor duelen los desengaños, la traición…, por eso amar duele siempre. También el amor aporta más satisfacciones que insatisfacciones y yo le hablo de un amor general. Tienes el de tu familia, amigos y yo como artista el de mi público, y cada cosa el suyo.

–¿Qué no ha perdonado a lo largo de estos años?

–No tengo que perdonar nada. Me siento totalmente en paz con todo. Yo soy de los que piden perdón, es mi ética, mi moral, y es la forma en la que a mí me han educado.

–La sobreexposición pública ajena a su arte, ¿pasa factura?

–Pues mira, pregúntele a los que viven de eso. Yo canto y he seguido cantando y me han atacado, y he seguido cantando. No he participado de esos ataques. Hay muchas formas de defenderse sin tener que exponerse.

–¿Qué hace menos daño? ¿Un imitador sobre un escenario o un perfil irónico ajeno a usted en las redes sociales?

–¡No me interesa para nada! Falete soy yo como marca, como nombre registrado y le digo: SúperFalete no hay nadie, ¡ni siquiera yo mismo!

–Usted conoce el éxito, ¿de qué color es?

–Mi éxito, el mío, es blanco, muy blanco y muy brillante. No puedo decir que tenga sombras. Cuando te paras a pensar…, ¡y quién me lo iba a decir! pues sí…, pero mire, yo siempre lo tuve claro hasta tal punto, que estando muy joven en Japón, en donde estaba cantando en un tablao, un día haciendo una tortilla de patatas, mientras las pelaba recuerdo que le dije a una compañera: acuérdate que mi nombre va a ser sonado en el mundo entero. Y aquí estoy.

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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