Maite Olivares , cantaora, profesora y bailaora, acaba de volver de Rusia de llevar los tangos del Marqués de Porrina por este país emergente y aperturista, en lo que respecta al flamenco. El Perrete , cantaor, marcha a Venezuela en cuanto los problemas de logística se solucionen. Jesús Ortega vuelve de Japón. Pero, sin irnos tan lejos. Pedro Cintas mueve su cante como pez en el agua por Mairena, por Sevilla, sin que los ‘papeles mojados’ se diluyan y se pierdan. Miguel de Tena , asentado en la provincia de Sevilla, se agarra a la noble afición de la caza, para suerte de los que compartimos la pasión del flamenco y el campo por igual, con los fandangos de su último trabajo. Ahí ha estado fino.
Javier Conde , a la espera de saber el resultado tras llegar a la final con su guitarra, en el Nacional de Córdoba, demuestra lo imprescindible que es nuestra región para el flamenco. Imprescindible e inevitable para cualquiera que se asome a este arte para conocerlo y sentirlo en su globalidad. El flamenco se mueve y nuestros artistas también. Pero no sólo ellos.
La iniciativa privada, y gracias a hosteleros de diferentes lugares de Extremadura ha conseguido que cualquier aficionado pueda disfrutar de toque, cante y baile, de jueves a domingo en directo, hondo y sin tonterías. Se mueve pero no siempre en los lugares tradicionales para ello. Habrá que esperar entonces, que todo lo demás también coja ritmo. Es inaudito que en lugares tradicionalmente entroncados con el flamenco en Extremadura no se pueda palpar, que hubo antes arte y hubo un germen flamenco del que nos sentimos más que orgullosos. Una se asoma a la Plaza Alta, por ejemplo, y echa de menos escuchar ‘algo’ de cante en los bares de la zona, y eso que a vuelto a cobrar vida el Centro Regional Flamenco coordinado por Francisco Zambrano . Es la única esperanza, salvo iniciativas puntuales, que nos queda a los que nos acercamos a la Plaza Alta y no dejamos de preguntarnos, antes de tomar un vino, como en cada establecimiento hay más pantallas leds que cante, y más música pop que flamenco. Vino amargo, que diría Farina . Hay lugares que merecen ser diferentes, o al menos, ser fieles a sí mismos.
Artículo publicado en: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/flamenco-mueve_771043.html
“He plasmado esa soledad que he tenido y que me ha dolido mucho»
En corto: «¿Qué pensó como artista cuando vio por primera vez los grabados»? Me sorprendí mucho, cuando entendí cada grabado a través de las explicaciones