“La “ilustración llave” es la que te abre la puerta del libro”

EN CORTO:

“Lo que pasó con Bartleby jamás me había sucedido y es que, yo tuve la sensación de que era el propio personaje quien se estaba dibujando a sí mismo, o creándose”

“Creo que la locura le vino a Bartleby de su trabajo”

Entrevista a Javier Zabala, ilustrador

“El protagonista es un hombre oscuro que se niega tenazmente a la acción. El autor no lo explica, pero nuestra imaginación lo acepta inmediatamente y no sin mucha lástima. En realidad, son dos los protagonistas; el obstinado Bartleby y el narrador que se resigna a su obstinación y acaba por encariñarse con él”

Como habrán averiguado hablamos del clásico de Herman Melville “Bartleby, el escribiente”. Una de las narraciones más originales y conmovedoras de la historia de la literatura. Melville escribió este relato a mediados del siglo XIX, pero por él no parece haber pasado el tiempo. Nos cuenta la historia de un peculiar copista que trabaja en una oficina de Wall Street, hasta que un día, de repente, deja de escribir amparándose en su famosa fórmula: «Preferiría no hacerlo». Todo un reto, para el Premio Nacional de Ilustración 2005, Javier Zabala (León, 1962) que con esta edición ilustra por primera vez un libro para adultos, y con quien nos sentamos a conversar. Esta edición de Nórdica Libros ha supuesto, para Zabala, el autor de más de 80 libros de poesía y ficción para niños, un auténtico proceso ‘intuitivo’.

Bartleby que data de 1856 es una obra que podemos considerar contemporánea. “Preferiría no hacerlo” el giro rebelde, la respuesta imprevisible, la acción no acción que todos en algún momento, ¿seríamos capaces de pronunciar? Pasen y lean.

¿Qué es lo más fácil y lo más difícil de ilustrar una novela del siglo XIX?

Creo que la dificultad viene por ilustrar a un clásico y los clásicos están muy solicitados, lo han hecho muchos artistas a lo largo de la historia y la dificultad es saber plasmar tu propia visión. El proceso en cambio es igual que con cualquier otro libro que es trabajar desde dentro de ti mismo, y hacerlo con confianza y lo más sinceramente posible.

¿Cómo asimiló a Bartleby?

Creo que uno parte de su propio estilo, voz y personalidad gráfica y si no la tienes, esa voz gráfica, tienes que descubrirla. Solo tienes que saber cual es, tienes que descubrirla. Lo que pasó con Bartleby jamás me había sucedido y es que, yo tuve la sensación de que era el propio personaje quien se estaba dibujando a si mismo, o creándose. Me ponía a trabajar en ello, a realizar bocetos que es algo clásico en la búsqueda de un personaje. Es como cuando un libro lo encuentras trabajando, por intuición, por descarte… es un proceso normal, pero en este caso y le juro que fue así, tuve la sensación de que Bartleby se estaba autodefiniendo y yo creo que es porque es el personaje más sicológico que yo haya dibujado nunca. Esos primeros planos, esa mirada…, ahí no pasa nada, es una persona que está sentada y está escribiendo todo el día y lo más movido que sucede en esta novela creo que es un domingo de elecciones en América…, eso es lo más épico. Creo que utilicé esos primerísimos planos y esa mirada porque es donde se ve mejor la sicología de un ser humano

¿Cómo definiría su proceso?

Intuitivo. A posteriori si puedo decirlo, pero así sucedió todo. Hay que saber explicar los pasos que es lo que se hace cuando se presenta, por ejemplo, un libro. Ese trabajo, a priori, es al menos para mí, muy difícil. Yo trabajo de forma muy intuitiva, como los tiburones que van haciendo círculos alrededor de la presa…, hasta que llega el momento. Hay una ilustración que en mi caso se llama ‘La ilustración llave’ que, cuando yo la reconozco, es cuando el libro está prácticamente definido. Puede ser a la primera, aparecer en la mitad… es algo que sucede cuando trabajas mucho y trabajas concentrado. La “ilustración llave” es la que te abre la puerta del libro.

Puede que este sea un personaje necesario en esta vida de inmediatez donde a todos alguna vez nos ha apetecido decir: “Preferiría no hacerlo”, para sí obligarnos a parar un poco, ¿no cree?

¡Pues hazlo! Yo creo que donde está lo especial de este hombre es que está diciendo no, al trabajo del que vive. Creo que ahí radica lo especial esa protesta absoluta a un trabajo delineante total…

Y la cero empatía con la gente que te rodea…

Uno es esclavo de la situación y no él solo. Me viene a la cabeza ‘Tiempos Modernos’ de Chaplin que con un martillo un clavo toda la vida…, hay muchos trabajos así, que son muy alienantes y de alguna manera es una propuesta hacia eso, hacia algo que no debería suceder. Uno de los dibujos es una silueta frente a un muro, que doblé, para hacerlo más agobiante aún. Cuando hice la primera hice la mitad y luego decidí que no…, es que es un señor que está sentado escribiendo con una plumilla de las que tiene que ir mojando en la tinta…, el caso de que cayera una gota cayera encima era un drama porque tú eras un copista profesional para un abogado. Lo que haces era realizar tres copias sobre un caso, el que fuera, y era algo importante pero también muy pesado. Yo usé las gotas, en algún primer plano, donde tiene una mirada asimétrica donde la pupila es una gota de verdad. Creo que la locura le vino a Bartleby de su trabajo.

El hecho de ilustrar su primera novela para adultos, ¿Qué le ha supuesto?

Yo siempre he sido más ilustrador de adultos que para niños, y yo desde ese primer momento tuve dos vidas en paralelo; quizás es que los libros de este siglo XXI son libros no ex profeso para niños sino que son de 0 a 100 años; y creo que eso ha hecho que existan de nuevo los libros para adultos ilustrados, porque los adultos ya coleccionaban libros para niños, o sea ya, los libros para niños alcanzaron un nivel tanto estéticamente, gráficamente y de contenidos también que de alguna manera interesaron a los padres de los niños, o a los adultos sin niños, sencillamente eran libros bonitos con dos lenguajes, el literario y el plástico, y eso interesó sin que nadie lo propusiera. No es que los editores decidieron que ocurriera esto, sino que fue un proceso natural; simplemente fue ganando en calidad en este tipo de formato y cuando una persona adulta, interesada en las bellas artes y en la literatura y lo veía, se interesaba. A partir de ahí es lo que ha provocado que el libro adulto ilustrado apareciese en España como lo ha hecho que, por cierto, es una excepción en Europa y en el mundo; hay más países, pero no muchos y con esta cantidad de ediciones que se hacen aquí. En Italia te miran como si fueras un bicho raro…

Y ahora, ¿qué ilustraciones tiene entre manos?

Ahora, con Nórdica Libros, estamos haciendo la cubierta de “El gato con botas”, también otra publicación con textos míos, editoras extranjeras, cuadernos…, pero creo que donde mejor se puede reconocer mi trabajo es en la publicación “Carnets” (Nórdica Libros) donde a través de mis bocetos realizados en más de 60 cuadernos de viajes y dibujos preparatorios conseguimos publicar un libro de alrededor de 200 páginas. Es sin duda, una buena oportunidad para conocer de cerca mis procesos de trabajo. Cuando hice la primera edición trabajé sobre 5.000 imágenes escaneadas, ¿sabe lo que es trabajar sobre eso para sacar 200 páginas?

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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