“El riesgo es hacer lo mismo que los demás”

EN CORTO:

“Tenemos que queremos mucho pero no creernos más que los demás”

“Al niño interior no deberíamos dejarlo morir porque nos permite soñar a lo grande, y eso nos va a llevar más lejos”

“La autoestima se confunde con la arrogancia”

Entrevista a Isra Bravo, fundador de motivante.com y autor del libro “Escribo porque me gusta ganar dinero”

“El riesgo es hacer lo mismo que los demás”

“Personalmente, con la gente con la que no quiero trabajar, es la gente que tiene la piel muy fina”, y tras esta declaración de intenciones le da un sorbo al café y sigue mirando a los ojos esperando la siguiente pregunta. Isra Bravo (Madrid, 1977) es la seguridad hecha copywriter, de hecho, es uno de los más cotizados. ¿Su trabajo? escribir de forma persuasiva en nombre de miles de empresas y emprendedores de España y América Latina y enseñarles, además, a cosechar sorprendentes resultados en sus propios proyectos y en los de sus clientes y alumnos. Una habilidad más que rentable que ahora comparte en una obra, de título como él, directo y sin bagajes “Escribo porque me gusta ganar dinero” (Editorial Alienta, 2022) Su lectura no deja indiferente “Si quieres decir ‘cojones’ y piensas que la gente a la que eso ofende son idiotas, dilo” Y así comencé esta entrevista, diciéndole que yo sí me sentí ofendida pero sus respuestas, rápidas y siempre, aparentemente concluyentes, me dieron al terminar este encuentro otras visiones y otras perspectivas del autor y del impacto que su lectura me había creado. ¿Verdad o márketing?, o sencillamente, ¿la habilidad de haber sabido crearse una buena historia? juzguen ustedes mismos. Pasen y lean.

“Asumo y acepto que amigos, con los que me llevo muy bien, tengan otra forma de pensar. Yo lo acepto y espero que ellos hagan lo mismo, pero no es mi planeta el empresario que quiere montar un negocio y piensa en no molestar a nadie. Hay mucha gente que está muy encorsetada y la que tiene miedo a ofender, no tiene nada que ver conmigo. Hay que aceptar eso”

Recomienda ‘polarizar’ en sus textos, ¿qué diferencia hay entre usted, como copywriter, y un provocador?

La polarización es una herramienta muy potente porque la gente que se identifica con tu mensaje siente más ganas de trabajar contigo. Siempre tenía claro con quien no quería trabajar. No es una provocación gratuita. Si eres el dueño de un negocio no puedes montarlo con mentalidad de empleado, y la mayoría de las personas lo monta así. Yo acepto cualquier cosa, pero a partir de ahí, a partir de ese punto.  

Su autoestima es digna de estudio…

Es algo que se tiene que trabajar.  En el 2017 mi autoestima estaba mal enfocada, y sí es cierto que todo es una cuestión de seguridad, pero es algo que se puede trabajar. Tenemos que queremos mucho pero no creernos más que los demás. La autoestima se confunde con la arrogancia. Hay que tener en cuenta que la gente que no muestra una seguridad en los negocios es poco atractiva para los demás, y cuando te muestras insegura frente a los demás pierdes valor. Personalmente hay que tomar la actitud empresarial del ‘yo tengo donde elegir’ para que la cuota del mercado sea más potente. Esa mentalidad es la que es rentable.

“Me arrancaron la inocencia mientras dormía…, pero no lo lograron, no acabaron con el niño interior” Impactante y para cualquier situación vital…

Para mí es muy significativo ese párrafo. Al niño interior no deberíamos dejarlo morir porque nos permite soñar a lo grande, y eso nos va a llevar más lejos. Cuando sentimos que estamos ‘desconectados’ es justamente cuando hemos dejado de atender a ese niño interior. Recomendaría no dejarle morir porque “moriríamos” con él.  

¿De quién ha aprendido más?, ¿de su dislexia o de sus haters?

La dislexia tiene algo maravilloso y es que, no te convierte en más inteligente, pero aguarda una característica común que es la perseverancia. Yo lo veo como algo positivo porque nos costará más llegar a donde los demás (como el hecho de no poder seguir un dictado) pero ahí también está el reto. De los haters aprendes que la mayoría de las veces es odio desmedido hacia lo desconocido, sin duda una buena pista, de que lo estás haciendo bien.

“Vendemos desde que nacemos”, ¿qué no ha conseguido vender?

Desde pequeño buscamos la atención, somos una marca personal desde que nacemos, y ¿qué no he podido vender? ahora mismo siento que cualquier cosa se puede vender: desde la aceptación y del rechazo; ambas cosas forman parte de la venta y de la vida.

Ayúdenos: ¿Cómo se estructura una buena historia?

Para estructurar una buena historia hay que basar lo ordinario en extraordinario. Un electricista quiere vender su trabajo, su trayectoria pues quizás deberías encontrar esa historia familiar que le hizo sentir fascinación por lo que ahora hace…etc., todo se puede llegar a convertir en una historia con que la gente se pueda identificar. Hay que convertir el relato de marca en algo interesante. La mayoría de las personas tiene una buena historia que contar, y a medida que vayamos humanizándola cualquier historia merece y es digna de ser contada.

“La verdad es que mis padres acertaron cuando se equivocaron” asegura…  

Cuando uno se va haciendo mayor y eres padre te das cuenta de que nunca lo vas a hacer perfecto, pero hay algo que prevalece que es saber lo que me querían. Mis padres quizás se estaban equivocando, pero hasta ahí acertaron porque lo hicieron con amor, y eso es, hay que hacerlo con todo el amor del mundo, todo lo que hagamos.

¿De dónde saca la energía?

Hay algo que me agota y es hacer los mismo que los demás, es lo más arriesgado. El riesgo es hacer lo mismo que los demás. Contar las cosas de la misma forma…, hay que estar preparado para recibir palos. El primero duele, pero luego te vas haciendo fuerte. El primero impresiona, pero luego te da energía, ¡es lo más arriesgado, que valor, qué huevos! Mire, no se puede tener un negocio sin mandar. Hay que saber qué tipo de clientes vamos a tener, y ahí empezar a trabajar la autoestima y la seguridad en uno mismo. Eso nos hace más atractivo. Nos convierte en algo más apetecible. Cuando consigo que un cliente me respete, hay que cobrarle caro. Un cliente tóxico es aquel que te quiere pagar poco, y te rebate todo. Merma la autoestima y también la cuenta de resultados. Hay que apostar por tener precios altos.

¿Por qué?

Porque es un cliente que, aunque no lo esté analizando no cree mucho en lo que está haciendo. Te contrata por hacerlo… cuando tu transmites un valor personal y te cotizas con actitud: “no tengo todo el tiempo el mundo” la otra persona te percibe como una persona que te necesita de verdad. El precio solo es un elemento más, no es lo más importante. No lo determina todo.

El no tener RRSS le hace sentir, ¿aislado o aliviado?

Es una locura. Te hacen perder el tiempo, no las quiero y no me gustan. Merman el éxito porque te hacen concentrar una energía que estás desviando de tu negocio.

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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