Hasta el 31 de octubre oriente observará desde el Museo de Baile de Cristina Hoyos nuestro patrimonio inmaterial. Hablamos de la ‘Expo de Oscar Balducci y El Flamenco Visto por Ojos Chinos’ que podemos disfrutar desde principios de mes en Sevilla, y que sin duda resulta ser una interesante visión de lo que significa para nosotros la cultura tradicional y centenaria que es el flamenco, desde la perspectiva de sapiencia milenaria del pueblo chino. Un pueblo que sabe entremezclar su incansable búsqueda de lo hondo, el misterio y lo insondable con sus propias tradiciones. De ahí su exquisita técnica y también, su falta de duende.



Sin movernos de oriente les recuerdo que Jesús Ortega , bailaor y amigo, arranca su gira por Japón. Un recorrido por Hakodate, Kyoto, Nagoya y Tokio que cuenta con dos interesantes novedades: en cada ciudad un bailaor/a destacado de la localidad compartirá escenario con Ortega y el resto del cartel, y la segunda novedad es que se ofrecerán clases y cursos de toque o baile en esas ciudades, para dar la oportunidad de ver y también aprender. No me atrevo a asegurar si es la primera vez que se pone en marcha una gira tan didáctica pero me reafirmo en una idea: nosotros, casi sin darnos cuenta, vamos aprendiendo con ojos españoles a mirar la cultura oriental. Nada es casual. Estamos dándonos cuenta de que solo con la raza, la intuición y la ‘pataíta’ en el momento adecuado no es suficiente. Que la técnica es necesaria, que estudiar y prepararse es vital, y no solo por el propio enriquecimiento personal y profesional sino porque no solo unos ojos, sino toda una cultura, nos observa, nos estudia, se nos acerca e intenta mimetizarse, y hay que estar preparados.



La cultura, como la tierra es para quien la trabaja así que permanezcamos atentos y vayamos preparándonos. Para que cuando una Lámpara Minera o un Desplante quede en manos orientales no nos pille de sorpresa. O al menos, no nos escueza tanto.