“En el flamenco la vanguardia está bien, pero hay que tener memoria”

EN CORTO:

“Hay otros eventos a los que, si no acude el público extranjero, no reporta, no hay público suficiente”

“El flamenco es una industria débil”

“Si algo me interesa lo hago por encima de todo”

ENTREVISTA A ANTONIO BENAMARGO, director del Festival “Suma Flamenca”

“En el flamenco la vanguardia está bien, pero hay que tener memoria”

Echa de menos profesionalidad y enamorados de esta forma de vida, que es el flamenco. Personas entregadas que cuiden y se preocupen por la trayectoria de los artistas; y les habla, un histórico, un ‘guardián’ de este arte que, más allá de dirigir la “Suma Flamenca” de Madrid, sabe lo que es acompañar la ilusión de jóvenes y veteranos, por carretera, despachos y tablaos. Antonio Benamargo (Benamargosa, Málaga 1954) que lo ha visto todo en el flamenco, aún mantiene la ilusión, la preocupación y la ocupación por seguir alimentando el presente y el futuro de esta pasión: vital y artística. La “Suma Flamenca” ya está en marcha. El ‘Tercer Cielo’ de Rocío Márquez y Bronquio; el ‘Flamenco Íntimo’ de Mayte Martín o la ‘Jerarquía’ de José Valencia han dado el pistoletazo de salida a este “Crisol Flamenco” que se extenderá hasta el 5 de noviembre. Las expectativas se están cumpliendo. En la “Suma Joven”, artistas menores de 30 años, se ha vendido todo. 2.000 personas, ¡todo el papel vendido, todo el teatro lleno! para ver a “los que serán” el día de mañana. Al público de Madrid es el que hay que hacer un homenaje”, asegura. Diez escenarios para un Festival con 40 espectáculos por donde actuarán más de 190 artistas. “El público podrá tener una visión de conjunto del Flamenco que se interpreta hoy en España. La condición exclusiva y relevante del festival la determinan sus trece estrenos absolutos y otros doce que son estrenos en Madrid” Un “suma y sigue” en el flamenco, en la trayectoria de Benamargo, y en la cordura de una programación donde lo antiguo y lo nuevo comulgan a la perfección, bajo la premisa del respeto. Como debe ser. Pasen y lean.

¿Cómo se conjuga la vanguardia con el derecho ‘a la memoria’?

El otro día me comentaba un bailaor brasileño: “entonces a mí, porque me guste el baile clásico, me vista como Mario Maya o El Güito, y tenga este sentir, ¿qué pasa?, ¿me tengo que retener?, ¿no lo puedo hacer? No me interesa la vanguardia ahora mismo, quizás dentro de unos años, sí, pero ahora no…” Es cierto que en ocasiones las cosas se fuerzan, porque da la impresión de que ya tiene que ser todo experimentación, pero no. En el flamenco la vanguardia está bien, pero hay que tener memoria.

Quizás ahora sea una de las cosas más difíciles, ¿no?, guardar la memoria…

Pues sí, pero son rachas…, estamos en una época en las que hay muchas referencias y en ese momento de confusión se pueden perder…, Las referencias son necesarias: en el cante, en el toque, en el baile…, para que marquen una exigencia.

Y ahora, ¡a pleno pulmón con la programación!

Si, ya hemos tenido espectáculos de categoría, hemos inaugurado ‘Flamencas’ la exposición de Paco Manzano en la Sala Anselma del Ateneo deMadrid, con una imagen fantástica de Carmen linares a la que tenemos como madrina, una exposición con retratos de artistas como La Sayago, La Tomasa, María la Burra, Fernanda y Bernarda de Utrera, Blanca del Rey, Carmen Linares, pero también de Sara Baras, Esperanza Fernández, María Pagés, Estrella Morente ode la guitarrista Antonia Jiménez.… quenos invita a hacer un recorrido visualpor el mundo delflamenco en clave femenina hasta llegar a las nuevas generaciones.

¿Qué ha sido lo más fácil y lo más difícil?

Coincidir con el público. No se hace promoción en el extranjero y apenas en las redes sociales, solo con lo que se va exponiendo a los aficionados. Eso te da mucha tranquilidad, a no ser que tu no lo estropees mucho, sabes que el público va a reaccionar. Hay otros eventos a los que, si no acude el público extranjero, no reporta, no hay público suficiente. ¿La dificultad? La de acertar, elegir bien. Yo siempre voy con la idea de hacer algo variado, que esté en la vanguardia, que haya más clásico también en la manera de enfocar el cante, la guitarra…, y también que dialoguen con otras músicas. Creo que la programación es una cuestión de equilibrio. Eso es lo que hay que procurar.

Después de tantos años ¿dónde está ese equilibrio?

Está en procurar que estén todas las voces: desde los marcheneros hasta los maireneros; todos. Yo no voy midiendo, pero tampoco me reprimo. Si algo me interesa lo hago por encima de todo. En el flamenco hay que tener ilusión y mantener la afición.

¿Y eso es muy difícil?

Para mi no lo es porque la tengo, además, en cuanto sospeche que no tengo la ilusión lo dejo. El público lo capta y los artistas también…, cuando llega la hora de irse no hay que estar ya.

¿Qué es lo que has aprendido como persona y profesional a lo largo de estos años?

Que, aunque lo intente, siempre hay alguien que se te olvida, y eso me fastidia, aunque siempre si no es un año es otro; procuro contar con todo el mundo sabiendo que alguno pues no va a estar…, son tantos artistas… si no entran en una edición entran en la siguiente…, llevo cuatro años y ahora se abre la posibilidad de seguir unos años más.  También intento siempre buscar algo novedoso que me motive también, de ahí buscar un lema, un tema, que me sirva de hilo conductor…, y a ver si podemos ir acordándonos de todas las partes de Andalucía y de todo el país.

¡Y de Extremadura!

Siempre, de Extremadura siempre están presentes. En la primera edición que hice dedicada a Morente estuvieron, ¡y con intención! porque la manera de interpretar los tangos y los jaleos influyeron muchísimo en Enrique Morente. No lo hice por hacerlo, lo hice con intención. Por eso estuvieron La Kaíta o Los Vargas.

¿Llegaremos a tener que irnos a Japón para escuchar cante hondo?

¡Para nada! El flamenco está muy vivo. El problema quizás esté en la industria, se echa en falta gente de flamenco que apoye la carrera de los artistas, no solamente una persona que organice la agenda de un cantaor o un guitarrista y después le detraiga un tanto por ciento, sino que, salga gente, que se preocupe de la trayectoria de los artistas. Que haya más profesionalidad, que salga gente con más ilusión porque el flamenco es una industria débil y tenemos que meternos a fondo, y enamorarnos de esa cultura.

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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