“El carnaval camina hacia una versión más artística e irreverente, como la propia sociedad”

EN CORTO:

“Lo curioso es que, ahora que las coplas de carnaval salen de su formato de grupo para ser interpretados por solitas, dúos, alzándose una versión, digamos, más artística”

“…he aprendido a comprender mejor su valía como pieza clave para conocer mejor el mundo que me rodea”

“Cada año visiono en las redes imágenes de los desfiles en Badajoz y Navalmoral, y del concurso de coplas de Mérida, el Romano como lo conocemos los aficionados”

Entrevista a David Delfín, autor de “La voz alzada. Carnaval cantado y transformación cultural”

La referencia y el conocimiento sobre la fiesta del carnaval en Málaga tiene un nombre: David Delfín (Málaga, 1968); el poeta e inquieto colaborador en diferentes medios de comunicación, continúa con su generosa dedicación a la divulgación de esta fiesta popular ahora, de la mano de un nuevo libro en el que encontramos, según su prologuista, Juan José Téllez, “un discurso firme de principio a fin, cargado de citas canónicas pero también de voces de los principales protagonistas del carnaval…”  

Antes de esta obra Delfín atesora conferencias como “La copla carnavalesca”, ha participado en libros como “Carnaval en Málaga 1979-1983. La recuperación de una fiesta perdida, 2000) y ya, como autor, en el libro “La máscara en la copla. Carnaval cantado y periodismo” (2005). Trabajos de investigación que le avalan como carnavalero y como divulgador. Dos caras de una misma moneda que representan el amor incondicional a una fiesta, que más allá de la propia ciudad de Málaga, define a cada ciudad que la festeja con el sabor agridulce de la anécdota, el arrojo de la crónica cantada desde el pueblo y esa sana costumbre de saber reírse de uno mismo. Así, con la honestidad de la verdad desnuda y la pena cantada se presenta en estas páginas Don Carnal: “ventanas del cielo” (Comparsa “El Barrio”, 1999). Pasen y lean.  

El carnaval que sufrió represión y fue perseguido, sigue sin contar con un reconocimiento, en el ámbito lírico, de su capacidad poética y expresiva de folclore como tal…, como ocurrió con la generación del 98 y el flamenco por ejemplo…

En mi opinión, ese es el gran cambio que se ha producido desde el nuevo siglo, al menos, en Andalucía de la mano del carnaval cantado. La consideración cultural es el gran logro de la fiesta ya que evidencia la capacidad creativa con la que los autores hablan de su tiempo, se desarrollan y perfeccionan como individuos sociales, además de proyectar el conjunto de costumbres, ideas, saberes, con los que un pueblo o una comunidad construye sus sentimientos y por medio de los cuales lograr comunicarse con otros y ejercer una función orientadora, crítica, ética; además de ser un elemento cohesionador. Son estos aspectos, entre otros, los que han situado al carnaval al mismo rango que otras manifestaciones artísticas.

 ¿Qué tiene de especial el carnaval de Málaga?

Como sucede con cada carnaval en cualquier rincón del mundo: la ciudad y sus festejantes desarrollan las particularidades. Cada ciudad recrea un carnaval a su medida y, en ese espacio real y figurado, construye una identidad festiva. Destacaría también, por su importancia simbólica, el concurso de coplas en el Teatro Cervantes.

 ¿Qué ha aprendido usted durante la preparación del libro?

Han sido casi siete años… al cabo de más de media vida como observador de la fiesta he aprendido a comprender mejor su valía como pieza clave para conocer mejor el mundo que me rodea. 

¿Qué es el carnaval para Málaga?

Es una manifestación cultural de primer orden, cuyo mayor mérito ha sido el de sus ciudadanos al recoger una tradición interrumpida durante la larga dictadura y modelar una fiesta nueva, actualizada por las generaciones que han ido llegando. Una fiesta multidisciplinar en la que se conjugan coplas, actividades culturales de todo tipo, desfiles de diverso rango, y en la que los más diversos colectivos ciudadanos tiene su espacio…, actores que han logrado mover el carnaval del concepto de rito y tradición al de cultura, lo que no es logro pequeño.

En una entrevista el gaditano David Palomar hablaba ‘de lo bien tratado’ que era el carnaval frente al flamenco en Cádiz, por ejemplo. ¿Ocurre lo mismo en Málaga?

El flamenco es una expresión única, enraizada de un modo en nuestra cultura que nada puede relegarlo. En el caso de Málaga, donde la tradición de cantaora es muy acentuada, el flamenco constituye uno de los activos culturales de la ciudad. Quizá lo que haya ocurrido es que el carnaval cantado andaluz, durante estos últimos 40 años, se ha popularizado de un modo muy significativo debido a la idoneidad de su formato para explicar lo que somos y lo que nos está pasando en cada momento desde cualquier de sus variantes. Lo curioso es que, ahora que las coplas de carnaval salen de su formato de grupo para ser interpretados por solitas, dúos, alzándose una versión, digamos, más artística. Aquí el flamenco se aprecia aún con mayor claridad, siendo, por lo tanto, uno de sus pilares, de decir, como parte del mismo eslabón cultural.

Un carnavalero, ¿nace o se hace?

Un carnavalero se hace, no nace. Los disfraces, las coplas…, son un medio de expresión, cuya técnica ha de cultivarse, como cualquier otra, para lograr el perfeccionamiento o la eficacia en los planeamientos.

¿Hacia dónde camina el Carnaval?

El carnaval camina hacia una versión más artística e irreverente; como la propia sociedad. En el caso de las murgas y comparsas, grupos de desfiles, etc., creo que observaremos esta dualidad de una forma cada vez más pronunciada y que esta tendencia creará nuevas formas de celebración. La capacidad de la fiesta, históricamente, para lograr un equilibrio entre ambas tendencias será la clase de su adaptación a cada tiempo y circunstancias.

 ¿Cuál han sido las letras que más le han calado a lo largo de su vida?

Las coplas de carácter sentimental (identidad local, regional, sentimientos, etc.) fueron las que, en primer lugar, me engancharon al carnaval ya que me identificaba con muchas de ellas al contar mi propio mundo de adolescente. Hoy, aquellas coplas que realizan una versión humorística de los acontecimientos y la vida con eficacia son las que se graban en mi memoria.

 ¿Conoce el carnaval extremeño?

Sí. Durante uno de los primeros congresos organizados por nuestra Fundación, hacia 1993, tuvimos como carnaval invitado al de Badajoz. Durante aquellos días, de la mano de miembros de la Federación de Asociaciones, tuvimos oportunidad de conocer el carácter de las comparsas, los desfiles, etc., así como el modo en que paulatinamente los autores e intérpretes, en los años anteriores, habían ido asumiendo la forma, la técnica, el estilo de composición, en suma, de las agrupaciones del carnaval andaluz cuyo canon actual es el gaditano. Cada año visiono en las redes imágenes de los desfiles en Badajoz y Navalmoral, y del concurso de coplas de Mérida, el Romano como lo conocemos los aficionados.  El museo del carnaval de Badajoz es una maravilla.

 ¿Qué cree que no se podría cantar nunca?

 Ningún tema está exento de ser abordado desde las coplas. Incluso desde el humor, donde podría ser delicado abordar temas trascendentales como la muerte, la enfermedad, el dolor, los derechos humanos, etc., nos permite una reflexión desmitificadora que nos ayuda a relajar, temporalmente, la angustia vital. Tampoco las relaciones, siempre complejas, con el poder local, regional o estatal, deben escapar de las letras. Lo importante es el modo que se realiza para lo cual, y según analizo en el libro, el componente ético adquirido por los compositores es clave ya que, en general, no se pretende destruir nuestro modelo social, sino de corregirlo. 

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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