Carlos Martín Ballester

Coleccionista : «La salvia del cante es la condición de artista que no todo el que canta la tiene»

Tan importante es el continente como el contenido. Eso debió pensar Carlos Martín Ballester (Madrid, 1974) cuando decidió mientras escuchaba a los grandes del flamenco, coleccionar el material donde se impregna ese duende invisible al que solo la fe en él hace creíble. Como si de una divinidad se tratara. Porque hay quien ama la música, hay a quien le gusta indagar en ella, hay quien se deja seducir por la historia de un estilo determinado, y luego están los que sienten esa pasión, ese delirio consciente por el mundo del flamenco. Un mundo que abarca desde cantaores, guitarristas, percusionistas… etc, hasta el propio estudio de la discografía antigua de este arte. Es a la pasión a la que se ha entregado el coleccionista Carlos Martín. Gracias a ese entusiasmo y a su paciencia, a lo largo de las dos últimas décadas ha logrado reunir la mayor colección de discos de 78 rpm y cilindros de fonógrafo. También le ha dado tiempo a constituirse como empresa y desde el año 2000 dirige carlosmb 78 rpm Records & Cylinders, un negocio dedicado a la comercialización de discos y grabaciones de todos los géneros musicales que abarca desde el periodo de 1890 a 1960. Cuestión de tacto, y de impacto.



–Has logrado conseguir el mayor archivo de música grabada en España, ¿qué busca?



–En realidad busco siempre la base, el principio de todo, las raíces. Mi relación con las grabaciones antiguas comenzó gracias a mi temprana afición al flamenco. Siempre me he sentido muy atraído por este arte. Muchos cantaores de mi gusto hablaban de ciertos intérpretes del pasado con absoluta veneración, y de ahí que decidiera buscar sus grabaciones originales, primero en vinilo y posteriormente en discos de pizarra y cilindros de fonógrafo. Con solo diecinueve años comencé a coleccionar de forma organizada este tipo de grabaciones, así que hoy por hoy, y tras veinte años dedicado a esta labor he conseguido reunir el archivo flamenco de referencia en España, con 6.000 discos de 78 rpm y 200 cilindros de fonógrafo. Este fondo se complementa con un archivo documental muy extenso en el campo de la discografía: catálogos y suplementos de discos, documentos internos de los estudios, discos de muestra, etc. Y no solo me he quedado en el sonido, también en el campo de la fotografía flamenca he conseguido reunir miles de ejemplares, muchos de ellos dedicados y firmados, del periodo 1850-1950.



–¿Cómo ha ido evolucionando esta pasión por buscar la raíz de las grabaciones flamencas?



–Pues mira, ya desde el año 2000 y de forma paralela a mi faceta de coleccionista de grabaciones comencé a desarrollar mi labor profesional en el campo del sonido grabado. Hoy por hoy tengo un stock de 70.000 discos de 78 rpm que triplica en número a la Biblioteca Nacional. Con todo este material pongo en marcha subastas trimestrales de discos (ya llevo 43 hasta la fecha) a través de mi página web www.carlosmb.com en las que participan coleccionistas, musicólogos, instituciones y museos de todo el mundo. Un fondo, ¡que no para de crecer! Cada año aumenta cada en varios miles de ejemplares por las continuas adquisiciones que se realizan fundamentalmente en España.



–¿Cómo eran las primeras grabaciones?



–Las primeras grabaciones se realizaron en láminas de estaño y plata, nada más aparecer los primitivos fonógrafos tinfoil en 1877. A los pocos años se instauró el cilindro de cera como soporte de grabación manteniéndose en España hasta el año 1904, cuando el disco plano se convirtió en el formato de referencia. Los primeros discos de 78 rpm se registraron en nuestro país en 1899.



–Sin duda una evolución que ha permitido el aumento en la calidad del sonido, ¿pero del arte?



–Bueno, es una pregunta complicada de responder…, lo que si le puedo comentar es que a diferencia de lo que sucede hoy, el grabar antes no podía ser editado de ninguna forma, lo cual provocaba que hubiera fallos más o menos evidentes pero a la vez, que la grabación brotara con frescura y naturalidad. Eso, sí lo hemos perdido. Hasta la aparición de la grabación eléctrica, los intérpretes se colocaban frente a una bocina que recogía.



Artículo publicado en: http://www.lacronicabadajoz.com/noticias/badajoz/carlos-martin-ballester-coleccionista-la-salvia-cante-es-condicion-artista-no-todo-canta-tiene_156901.html

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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