Yoko Tamura, bailaora

«Respecto al flamenco no soy una japonesa, soy una artista»

No es usual en el flamenco actual la puesta en escena del ‘zorongo’. Una de esas piezas (no es específicamente un palo del flamenco, según algunos críticos) popularizadas por Federico García Lorca tras introducirlo en su importante recopilatorio ‘Colección de Canciones Populares’ que el autor granadino aglutinó y arregló para voz y piano junto a La Argentinita en 1931. Hablamos del ‘zorongo’ y a los buenos aficionados le deben venir, inevitablemente a la memoria, sus versos más conocidos: ‘La luna es un pozo chico las flores no valen nada; lo que valen son tus brazos cuando de noche me abrazas’. A los japoneses a partir del día 16 de octubre les vendrá además la imagen de una bailaora nipona: Yoko Tamura, que de la mano del bailaor y coreógrafo Jesús Ortega comenzará una gira por el país nipón junto a artistas de nuestro país para llevar, al margen del ‘zorongo’, el flamenco de aquí que ya universal, es de cualquier sitio donde sepan escuchar.



–Habéis ‘rescatado’ para la gira el ‘zorongo’, ¿por qué?



–Jesús Ortega: Lo hemos rescatado porque lo hemos necesitado. Nuestro espectáculo, concretamente el de Yoko Tamura, se llama ‘Miradas’ y eso se tiene que ver sobre el escenario. Hacemos un paso a dos y hablamos de amor, por eso hacemos un ‘zorongo’. Este baile se puede hacer a ritmo de tangos o bulerías y en este caso nosotros lo hemos llevado a ritmo de soleá por bulerías para crear un clima; los tangos son demasiado alegres, las bulerías también y lo hemos dejado en soleá por bulerías para ralentizarlo.



Lo hemos montado en Badajoz, en mi escuela (en el Centro de Flamenco y Danza Jesús Ortega) con la colaboración del artista de danza contemporánea Juan Carlos Guajardo, que nos ha ayudado en expresión corporal y en la puesta en escena, enfocado tanto en las miradas como en el amor de una pareja.



 



–¿En qué consiste la gira? ¿cómo está pensada?



–Yoko Tamura: Bueno, arranca en Tokio, allí es el primer espectáculo. Ellos viajan desde España el día quince de octubre y llegan a Japón el día dieciséis. Desde ese momento y hasta el día veintiuno estaremos ensayando. Mi espectáculo es el día veintidós y se llama ‘Miradas’ Consta de dos partes y en toda la primera cuenta con la colaboración de tres bailaoras japonesas más que harán de cuerpo de baile y que abrirán el espectáculo donde participamos todos con un fandango. El espectáculo va con todos los músicos en el escenario haciendo hincapié en las miradas, esa va a ser la apertura. Luego en esa primera parte no hay piano, pero sí en la segunda. Tenemos el lujo de contar con Ricardo Miño que viaja desde España como artista invitado. Es la primera vez que contamos con un músico español pianista para Japón.



–Después de su paso por el Festival del Cante de las Minas de La Unión, bailará un taranto, ¿no?



–Y.T.: Sí, sí, yo bailaré por tarantos haciendo homenaje, como bien dice, al premio Desplante que conseguí en la versión nipona del Festival de las Minas en su primera edición este año. Lo haré con bata y mantón, y ya en la segunda parte del espectáculo haré una siguiriya acompañándome exclusivamente del piano de Ricardo Miño. Jesús Ortega bailará una farruca con el piano de Ricardo, la guitarra de Ramón Amador, el cante de David Palomar y la percusión de Roberto Jaén. Es precisamente Ricardo Miño como artista invitado el que abre la segunda parte de la actuación con una solo por bulerías, y ¡bueno, a partir de ahí empezamos la gira por toda Japón! Es emocionante.



–¿Por qué surge esta gira?



J.O.: A Yoko y a mi nos unen más de cuatro años trabajando juntos y sabemos lo costoso que es para una japonesa llevar españoles a trabajar allí. Ya solo contar con los gastos de avión, hospedaje, dietas-, es caro, muy caro, así que yo le propuse que junto con las mejores bailaoras de diferentes ciudades de Japón se les ofreciera participar junto a nosotros en la gira (la tourneé incluye las ciudades de cada una de estas chicas: Hakodate, Tokio, Kyoto y Nagoya) y de esta forma nos saldría mucho más económico.



Será un mes intenso de mucho viaje, de muchos ensayos, de mucho trabajo-, pero para nosotros es una suerte poder hacer una gira propiamente dicha, no llegar hacer un espectáculo y volverte a España. De esta forma trabajas más, viajas más y disfrutas también del país. Además en cada ciudad a la que vamos (cada espectáculo de cada ciudad lleva un nombre diferente. El que ha decidido la bailaora de allí) realizaremos cursos tanto de cante como de baile, de las diferentes disciplinas y donde yo personalmente voy a intentar llevar tangos y jaleos que es lo de mi tierra, y es lo que siempre intento introducir cada vez que salgo fuera. Es un honor para mí llevar nuestros cantes a Japón para que poco a poco se vayan descubriendo.



–Tokio es el principio y el final de la gira, ¿no es así?



–Y.T.: Efectivamente, el mes de gira comienza y termina en Tokio. Terminamos en la capital donde en la Academia que dirijo ‘Estudio La Fuente’ realizaremos un curso de tres días. Vamos a trabajar mucho, ¡desde luego! Pero estoy tan, tan feliz-



–J.O.: Contamos además con un aliciente añadido respecto a dos de nuestros espectáculos, concretamente los de la ciudad de Kyoto y el de Yoko. En Japón hay un concurso donde los artistas previamente rellenan un formulario que posteriormente va a un jurado. Un jurado que forma parte de un premio donde se aglutinan el mejor espectáculo, la mejor puesta en escena-, ¡como si fueran los Giraldillos de la Bienal de Sevilla, para entendernos! El espectáculo de Kyoto que se llama ‘Corrientes’ y el de Yoko que es el de ‘Miradas’ entrarán a competir en ese concurso-, espero que tengamos suerte, ¡espero que si!



–Yoko significa ‘niña del sol’ pero ¿qué le alumbró tanto como para que decidiera desde tan lejos de España dedicarse en cuerpo y alma al flamenco?



–Y.T.: Bueno, siempre tuve claro desde mi niñez, que lo mío era el baile. Desde mi infancia comencé a estudiar diversos tipos de danza: ballet clásico, Twirling, Danza Jazz, pero a los 17 años fue cuando me centré en los estudios de flamenco con maestros como Fujiko Nakai, Antonio Alonzo, Shigeko Mizumura hasta conseguir en el año 2002 ingresar en la Academia del Ballet de Yoko Komatsubara, la primera embajadora del flamenco en mi país.



–Pero, ¿qué le hizo centrarse en el flamenco?



–Y.T.: Me quedé maravillada tras ver una película de flamenco allí en mi tierra. No paraba de insistirle a mi madre que yo lo que quería hacer era eso, y mi madre, que tenía una amiga que daba clases de flamenco, no tuvo más remedio que llevarme a tomar clases. ¡Ahí empezó todo!



(Desde entonces, Yoko Tamura profundiza sus estudios de flamenco y clásico español con célebres maestros como Antonio Canales, Currillo de Bormujos, Maribel Gallardo y comienza a participar en numerosas giras nacionales e internacionales, ¡y de nivel! Como su participación en la Bienal de Flamenco de Sevilla en el prestigioso teatro de la Maestranza, o en el Día de Japón de la Exposición Universal celebrada en Zaragoza. Hace poco quedó semifinalista en el Festival de La Unión, ya en su versión española, y a ‘enfretarse’ a ese escenario, a esa responsabilidad le acompañó no solo Jesús Ortega como director artístico y coreógrafo sino también la reconocida bailaora Cristina Hoyos, la cual conoció cuando la ‘maestra’, como Yoko la llama, participaba como jurado en un concurso en Japón. Este periódico se ha puesto en contacto con Cristina y así nos hablaba de la experiencia: ‘Yo le explicaba que los sentimientos deben salir fuera y que esos sentimientos debe hacerlos sentir en los demás. Hay que bailar con los sentimientos y con las tripas y siempre pensando que esa debe ser la mejor noche. Yo espero mucho de Yoko porque ella tiene una capacidad de interpretación maravillosa, es muy trabajadora y siempre está pendiente del cante, de la guitarra. Está tan integrada en el flamenco que el público lo siente siempre. Además llegar hasta el Festival de La Unión es un gran paso para conocer y que te conozcan).



–Yoko usted comienza a ‘volar sola’ a partir de junio de 2012, ¿qué ha sido lo más difícil?



Y.T.: Supongo que superar el miedo que todos tenemos a enfrentarnos a algo nuevo. Tenía miedo de que no comprendieran que Japón y España sobre el escenario y a través del flamenco tienen pocas diferencias. Me preguntan siempre si ‘una japonesa puede bailar flamenco’. Respecto al flamenco no soy japonesa, soy artista. La Unesco ha reconocido que el flamenco es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad con lo que este arte pertenece un poco a todos. Si lo sientes y lo respetas el flamenco es realmente eso, universal, de todos y cada uno de nosotros.



–Yoko Tamura es una enamorada de nuestro país. Habla muy bien el español y con esas ganas de aprender y de demostrar ha realizado giras por diversos países de Asia, también por México llegando a participar en el espectáculo ‘Sevilla’ de la compañía de María Pagés durante su gira de Japón, o en la obra ‘Carmen’ en la que interpretaba el papel de la tabacalera. ¿Cual es el límite de Yoko Tamura?



–Y.T.: Como bailaora intento no tener límites, solo los que me imponga mi propia capacidad o incapacidad para demostrar o expresar lo que quiero compartir. Al igual que cualquier persona intento superarme cada día, aprender de los demás, ayudar a que los demás también se sientan a gusto a mi lado-, intento ser cada vez mejor, como creo que cualquiera-



–Jesús, ¿cómo definiría el baile de Yoko Tamura?



–J.O: Mire, ante de nada, quería reforzar lo que ha comentado Yoko al respecto de Japón y el flamenco. Yo también estoy muy orgulloso de que nuestro flamenco sea universal, de que llegue a todos los lugares. Me siento orgulloso de que desde España podamos transmitir tantas cosas, tantos sentimientos-, fíjese todo lo que sienten desde un país que nos mira, que nos observa, que ‘bebe’ de nosotros y que está tan lejos-, es lo que tiene ser universal. Pienso igual que Yoko: su baile es el producto de la universalidad del flamenco, y al respecto de su baile, ¡qué le voy a decir! Yoko se pude definir como una mujer muy trabajadora que está bailando muy bien. Precisamente lo que la diferencia del resto es la forma tan especial que tiene de sentir y expresar el baile. El flamenco también es muy técnico pero sabemos que si no hay alma no funciona. Yoko tiene ese poder de transmisión.



Nos despedimos de estos dos grandes artistas ante el reto de representar, por parte de Jesús Ortega, todo nuestro arte incluído el extremeño en el país nipón. Me quedo gratamente sorprendida de la generosidad de Yoko, de su calidad humana y también de su capacidad para intentar entendernos y hacerse entender, aunque surjan anécdotas a lo largo de la entrevista, como la que llevó a la bailaora ante la pregunta ‘sobre la salvia en el flamenco’ a buscar disimuladamente en un diccionario el significado. Con esa delicada educación nipona se acercó a esta periodista y le dijo: ‘no entiendo su pregunta-, en mi diccionario aparece que es un nombre de planta’).







Artículo publicado en: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/badajoz/yoko-tamura-bailaora-respecto-flamenco-no-soy-japonesa-soy-artista_889798.html

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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