Teo Sánchez y David Calzado, Comisarios BNE

«Hemos aprendido a entender lo inabarcable del género»

El extremeño Teo Sánchez y David Calzado son los comisarios de una exposición que hasta el 2 de mayo ofrecerá, desde la sala Hipóstila de la Biblioteca Nacional de España, uno de los recorridos más completos de la historia del flamenco. Patrimonio Flamenco. La historia de la cultura jonda en la BNE acoge también obras de instituciones como el Museo Reina Sofía o el Picasso de Barcelona. Diversas procedencias para un patrimonio que ha dejado huella en genios como Cervantes, Goya, Lorca o Picasso, entre otros. Todos ellos son protagonistas en 150 obras para rendir homenaje al cante, toque y baile de los artistas más significativos de la historia flamenca. Merece la pena leer, y visitarla.

—»Patrimonio Flamenco»: 400 años a través de libros, manuscritos, grabaciones, partituras, dibujos, pinturas, fragmentos de cine, fotografías o portadas de discos y carteles. Esta muestra, ¿era una deuda con nuestra propia historia?

—David Calzado: No lo planteamos como una deuda, aunque sí era una buena ocasión para completar una serie de exposiciones que la Biblioteca Nacional había dedicado al jazz y a la copla. Para nosotros se ha tratado de una celebración de una de las manifestaciones culturales más identificables del mundo.

—¿Qué ha sido lo más difícil?

—Teo Sánchez: Lo más difícil ha sido poder elegir una muestra suficientemente representativa para que el visitante pueda comprender con facilidad nuestro argumento, adaptarte al espacio y otro tipo de necesidades como los derechos de autor.

—¿Qué han aprendido ustedes tras este trabajo?

—T.S.: Hemos aprendido a entender lo inabarcable del género.

—D.C.: Y lo inabarcable de la Biblioteca Nacional donde hay millones de documentos en los diferentes formatos. Hemos tenido que aprender a bucear en las distintas salas y archivos y aun así, sin la ayuda de los profesionales de la Biblioteca, no hubiésemos podido cumplir nuestro objetivo.

—¿Qué podrán aprender quienes visiten la muestra y adquieran la publicación?

—T.S.: Una idea global, una evolución…

—D.C.: También podrán comprender que el flamenco no nace en la noche oscura por generación espontánea, y que es la evolución de unas músicas y unos bailes populares, principalmente andaluces, que se define a mediados del XIX en ambientes profesionales y con unas claras influencias americanas, africanas y árabes.

—Antes el flamenco era malentendido, algo oscuro, despreciado…, actualmente vive un momento de auge y de incluso brillo, ¿no les da miedo que se pueda llegar a convertir este arte en patrimonio de «snobs»?

—T.S.: Es imposible aparentar que te gusta el flamenco mucho tiempo porque lo importante no es saber mucho sino sentir mucho, emocionarse y…

—En esta publicación se habla de joyas periodísticas como las crónicas de Chaves Nogales desde París, o de la figura de Carmencita Dauset…

—D.C.: Y de otros artículos geniales de Béquer o Gómez de la Serna. La prensa nos ayuda a comprender el fenómeno en su tiempo, que se dice de él en cada momento. Evidentemente la figura de Carmen Dauset es un imán en la exposición porque lo que logró en las primeras décadas del flamenco, y porque esa primera grabación de una mujer en el cine muestra la belleza del baile flamenco de finales del XIX. Conquistó Nueva York y cautivó a grandes pintores de la época como Chase y Sargent. Es emocionante pensar que esa mujer almeriense congregó a 12.000 personas en el Madison Square Garden.

—Algo tan atávico, y a la vez tan vanguardista como es el flamenco se convirtió de forma involuntaria en una reivindicación espontánea de la mujer en el flamenco…

—D.C.: Otro de los tópicos que intenta desmontar le exposición es el de que el flamenco es un arte cerrado en sí mismo. Confundimos que musicalmente el flamenco se centre en la repetición de unos estilos con una métrica determinada, con que no avance. El flamenco está lleno de valientes y muchos de ellos son mujeres como Carmen Amaya o Carmencita Dauset, que junto a artistas como Vicente Escudero, Sabicas y a Camarón, Morente y Paco de Lucía entre muchos otros, contribuyen a que el flamenco de hoy pueda tener tantos matices y tantas líneas expresivas.

—Una exposición con muchísimo arte…

—D.C.: Claro, no sólo los grandes artistas de los que estamos hablando sino también la representación que de ellos hacen fotógrafos, cineastas y pintores. Desde la estampa que Goya hace de El Vito en 1824 hasta el arte urbano de Suso33 que refleja a Morente en pleno quejío, pasando por Tàpies, Antonio Saura o Picasso, además de las portadas de disco y carteles de Barceló o Luis Gordillo.

—T.S.: También está presente el cine con seis cortes de un minuto de directores como Carlos Saura, Edgar Neville, Rovira Beleta o Val del Omar, que reflejan a grandes como La Paquera, Caracol, Lola Flores o Carmen Amaya.

—¿Existe el género en el arte?

—D.C.: Existe en todos los ámbitos y el flamenco tiene una deuda con las mujeres que merecen un mayor protagonismo en esta historia, más allá del baile.

—Camarón, Morente y Paco de Lucía, ¿son la santa trinidad del flamenco?

—T.S.: Por su singularidad y su enorme talento son referencias de la historia del flamenco imprescindibles para entender buena parte de lo que ha sucedido en esta música en los últimos años, no solo por su obra que es indiscutible, sino por su influencia en los artistas de su generación y los que vienen detrás. Por su singularidad y su enorme talento.

—Actualmente y a su juicio, ¿tienen herederos esto genios?

—T.S.: La pérdida de estas tres figuras y alguna otra de su generación ha dejado el trono vacante, pero el flamenco es un arte vivo y aparecerán pronto figuras que tengan la importancia suficiente para poner de acuerdo a todo el mundo y dar un nuevo impulso a esta música. Los flamencos más jóvenes tienen un gran sentido de la responsabilidad sobre el legado recibido, y esa es la mejor señal.

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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