Manolín García, guitarrista

«Lo moderno, si es bueno y hay respeto, también es arte»

Manolín García, guitarrista ‘amanece en la Luna’, pero pisa fuerte en la tierra. Su primer disco, un material que suena muy, muy flamenco se atisban también acordes clásicos. Es lo que tiene haber cursado los estudios de clásico y flamenco al mismo tiempo. ¿Cual ha sido la mayor dificultad?, «entre otros inconvenientes, que en el flamenco la guitarra se apoya en la pierna derecha y en clásico en la izquierda, teniendo que variar la posición de las manos. Es complejo combinar ambas cosas y hay que cuidar más las uñas» nos responde el fuentecanteño. Manolín es muy joven, pero su música y él son maduros. Las horas dedicadas a despertar a las seis cuerdas se suponen de entrega, ‘silencio’ y concentración. Hablando con él y sin guitarra sentimos el mismo ambiente cómplice y sereno de uno de sus días de ensayo.



–Ha quedado finalista en la primera edición de los premios Flamenco de Extremadura, uno de los primeros concursos que se han puesto en marcha vía Internet, ¿qué tal la experiencia?, ¿se lo esperaba?



–Para nada. Algo de tal importancia es difícil esperar, ¡que uno puedo estar en la final!, y de verdad es increíble. Tengo varios premios ya, pero éste es distinto y quizás el más bonito porque son los compañeros de trabajo (cantaores, guitarristas, bailaores) y las peñas flamencas los que han votado, y tener su reconocimiento me ayuda bastante a seguir progresando. Yo me enteré del concurso a través de un correo que me mandó Perico (de la Paula, guitarrista), y pensé en artistas que se lo podían llevar; a pesar de que está enfocado sólo al 2013 y es el año que he sacado mi disco, pero ha habido quien ha tenido importantes actuaciones, premios, o que incluso también han sacado un disco. Yo se lo agradezco a cada uno de los que me han votado, así como a personas que día a día tratan de darle su sitio al flamenco extremeño.



–¿Cómo se compagina la guitarra clásica con la flamenca?



–Afortunadamente me saqué el título superior de guitarra flamenca, que me ha hecho trabajar en el conservatorio de Mérida; y el título superior de guitarra clásica, que hace que esté trabajando en dos escuelas de música. Quizás ésta última la terminé por el título solamente, porque de siempre mi pasión ha sido la guitarra flamenca. Hoy en día se toca con mucha limpieza y nos preocupamos más por el sonido, pero sería importante conocer más la música clásica y su interpretación, porque descubriríamos muchas cosas y expresaríamos más. Así por el contrario a los músicos clásicos (en general) los invito a olvidarse un poco de la partitura, a «desmelenarse», improvisar, crear cada uno su propia música; no sé si el motivo por el que no lo hacen es por el respeto que le tienen a la propia música, o simplemente porque no ha habido nunca asignaturas en las escuelas de música y conservatorios de composición. Si las hubiera y se tomara como algo natural se ganaría mucho (bajo mi humilde opinión). Algo que creo que es muy importante que se sepa es que la diferencia principal entre la música flamenca y la clásica está en quien la interpreta. Y lo mismo ocurre con el folclore. Una sevillana no sabemos encuadrarla muchas veces entre si es flamenco, música popular…., y creo que la respuesta está ahí, en quien la canta. Las sevillanas de Camarón o del Pele son obras de arte del flamenco.



–¿Qué satisfacciones le da el clásico y el flamenco?



–La música clásica me gusta escucharla cuando quiero un poco de relajación. Pongo un poco de Chopin, Debussy, Mozart, Beethoven… no sé, incluso bandas sonoras, como la de Leyendas de Pasión también me apasionan. El flamenco lo escucho mucho más en el coche, o cuando estoy haciendo algo en el ordenador. Y satisfacciones me las da sobre todo ésta última que es con la que convivo día a día y a la que me dedico por completo. Unos días no salen las cosas, otros te mueres por coger la guitarra, otros no tienes ganas. Pero se convierte en una forma de vida y te acostumbras a vivir así. El día que salen las cosas, créeme que merece la pena el esfuerzo realizado.



–Ha grabado su primer disco, ¿qué importancia le ha dado a la composición?



–Siempre me ha apasionado el mundo de la composición y mis profesores han hecho que lo tomara como algo natural. Recuerdo las primeras falsetas que le llevaba a Paco Serrano y que él le daba forma; yo veía como él, poco a poco, le iba sacando partido. Y cada vez me corregía menos cosas. El fue quien más me animó, no sólo a hacer falsetas, sino también temas enteros. Lo primero que hice fue una soleá, de la que no recuerdo prácticamente nada, tan solo que se la toqué al maestro Manolo Sanlúcar…, y le gustó bastante todo, excepto que la terminara por bulerías. El prefería empezar y acabar un tema sin irme a otro palo. Cuando tenía cuatro o cinco temas me empecé a preguntar por qué no, hacer un disco completo y pregunté precio en varios estudios, pero eran demasiado caros. Un día coincidí con Pakito «el Aspirina» en un bolo y le comenté las ganas que tenía de hacer el disco sin saber que tenía un estudio. Me dio presupuesto y una o dos semanas más tarde estaba allí dando guerra. Empezamos en octubre y acabamos sobre febrero, y la verdad es que me lo pasaba muy bien viendo lo que hacía este fenómeno. Cada día iba al estudio con mucha ilusión porque sabía que Paco le había metido palmas, o algún coro, percusiones… Yo lo volvería a hacer, incluso grabaría otro dentro de unos años, lo que pasa que hoy día no se venden los discos que uno quisiera para que salga rentable.



–¿Qué acogida ha tenido este trabajo?



–Yo principalmente lo hice para que la gente supiera un poco más de mi. A través de la música expreso como soy, mi manera de vivir, aunque cada uno la entienda de manera distinta. No lo he hecho con intención de sacarle dinero, porque como digo, no sale rentable y mucho menos un disco de guitarra. Y el resultado me ha encantado porque le gusta tanto a los flamencos, como a gente que simplemente le gusta la música. Mis compañeros de fatiga me han dado la enhorabuena y con eso me vale. Además tuve la suerte de presentarlo (rodeado de todos los colaboradores del disco) en el Otoño Flamenco de mi pueblo, ¡qué más se le puede pedir!. Tanto Paco Zambrano, como la directiva de la peña de Fuente de Cantos apostaron desde el principio por mí y yo intenté dar lo mejor.



–¿En qué influye crecer con un profesor u otro?



–He tenido bastantes profesores y de cada uno he intentado sacar lo mejor. Recuerdo mucho a Enrique Molina, que fue quien me colocó las manos en la guitarra, y a Oscar López, quien me preparó para irme a Córdoba. Y más tarde un serbio, que se llama Igor, que es un pedazo de guitarrista (tocó en el homenaje a Paco de Lucía). Dí clases particulares durante un año y aún guardo una gran amistad con él. Paco Serrano ha sido, quizás, quien me ha enseñado a tocar la guitarra flamenca de verdad, lo que se le suele llamar «sonar flamenco». Manuel Martín del Campo quien me ha enseñado todo tipo de armonías, porque nunca he visto a nadie con su sabiduría, y yo os recomiendo que busquéis un poco sobre él y su manera de tocar, impresiona bastante. Di un cursillo con Gabriel Expósito y me quedo con su manera de tocar en el escenario, es de lo mejorcito que hay hoy día. Manolo Franco, Paco Cortés y Eduardo Rebollar, flamencos que saben de cante como pocos y que no paran de acompañar porque los cantaores se los rifan. Niño de Pura por su técnica y la manera en que prepara los conciertos. Y Juan Ramón Caro y Pedro Sierra, que quizás son mis mayores influencias en cuanto a su música.



–¿El ‘Bordón Minero’ está entre sus metas?



–Para ganar, o incluso hacer un buen papel en un concurso tan importante como ese tienes que tener mucho tiempo para estudiar, y yo ahora mismo no tengo (gracias a Dios). No descarto presentarme este o algún otro año, pero dependerá mucho de lo preparado que vaya. He tenido la suerte en todos los concursos que he ido, el poder ir arañando algo porque tengo la filosofía de que no se puede ‘ir por ir’ a esos sitios, sin preparación. De todas formas el Bordón se ha quedado dos años consecutivos desiertos, y no será porque no se presentan buenos guitarristas. La verdad es que no sé tampoco su manera de puntuar, ni qué es lo que buscan.



–Este año ha ganado el concurso de Caja Badajoz, ¿qué es lo mejor y lo peor de estos certámenes?



–Pues sí, he ganado tocando solo y también acompañando al cante a Juan José de los Santos, un pasito más, ya que estoy de lleno acompañando a cantaores y estas cosas me ayudan más todavía. Los concursos depende de cómo te los tomes: te pueden beneficiar o hundirte. Hay que ir siempre a por todas, pero sabiendo que depende de muchos factores: el jurado, la suerte, el resto de concursantes, la posición que te toque, y ¡los familiares de cada uno en el público! (se ríe) Te tienen que servir para estudiar más y si no ganas, tomártelo con deportividad; cabrearte contigo mismo para que la próxima vez te lo lleves. Si no te lo tomas así mejor que no te presentes a ninguno, porque incluso vas a estudiar cabreado. Es lo que me digo a mí mismo.



Artículo publicado en: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/badajoz/manolin-garcia-guitarrista-lo-moderno-si-es-bueno-hay-respeto-tambien-es-arte_782959.html

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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