EN CORTO:
“La retórica siempre dice menos de lo que dice, pero una soleá siempre dice más de lo que dice”
“El corpus poético del flamenco es un tesoro que hay que valorar y preservar”
Entrevista a Joaquín López Bustamante, autor del poemario ‘La Puerta Entorná’
“Cuando la música está implícita en la literatura, y este es el caso, uno lee cantándose los textos, sintiendo toda la enjundia de quien ha impregnado en sus letras toda la sensibilidad y autenticidad de su sangre, que bien sabe y conoce lo ancestral. Poemas que tienen la imperiosa virtud de conjugar todo ese universo gitano y flamenco, llevando el ayer al hoy” quien escribe este prólogo es Miguel Poveda. Letras para el zaguán del poemario ‘La Puerta Entorná’ (Editorial Libros de la Herida, 2022) obra del periodista y gestor cultural, Joaquín López Bustamante (Valencia, 1961). Un libreto donde ha querido regalar a los amantes de la poesía, la literatura y las letras flamencas, vivencias personales y las de un pueblo, el romaní, del que él forma parte.
El responsable de programas en la radio pública como ‘Gitanos, arte y cultura romaní’ o ‘Memoria Beatle y Letra y música: la canción del autor’ va, ahora, y entorna la puerta de sus emociones y nos hace partícipes del zaguán de sus experiencias con este regalo a los sentidos. “Sus modos, tan gitanos, no son el producto final de un pulido aprendizaje, sino el basamento humano connatural que prefigura sus entidades y sus autoridades de referencia. […]” escribe acompañando a Poveda, el escritor Antonio Ortega.
Y así, verso a verso, Joaquín nos envuelve con cada letra, con cada emoción en esa bandera de orgullo, dignidad, sufrimiento y valentía. “¿Qué bandera tienes tú?”, se pregunta el autor, ‘la mía es de hierba y cielo, la mía es verde y azul’. Sastipén talí. Pasen y lean.
¿Qué hay detrás de la ‘puerta entorná’ de Joaquín Bustamante?
Hay vivencias, recuerdos, reflexiones que he querido plasmar con una voz poética que es deudora de la tradición oral (tan importante en la cultura gitana) y también de la lírica popular flamenca.
‘Dejo la puerta entorná, por si alguna vez te diera, la tentación de empujar’ ¿a quién le cantaría usted esta soleá?
¡Ojalá supiera cantar por soleá! Pero me he de conformar con escribirlas. La soleá de tres versos, con su brevedad, puede contar o sugerir una historia, puede ser un aforismo. Las letras por soleá de este libro leídas o, mejor, cantadas pretenden resonar antiguas y contemporáneas al mismo tiempo. Tratan de decir mucho con pocas palabras. La retórica siempre dice menos de lo que dice, pero una soleá siempre dice más de lo que dice.“Para saber quién soy yo / necesito que tú seas / y que seamos los dos”
“Y si no es verdad…”, ese remate del martinete que en sí ya es un poema…
Sí, porque las coplas flamencas tradicionales –en su mayoría anónimas- cuando son buenas son insuperables, el corpus poético del flamenco es un tesoro que hay que valorar y preservar. Y este antiguo cante por martinete es el título que encabeza una serie de poemas de esta “puerta entorná” que se interrogan sobre la verdad y la mentira, sobre los engaños, los secretos, sobre la insolencia de algunas verdades y la necesidad de algunas mentiras… “Dices que fue agua pasada / pero el molino se mueve / y te sonroja la cara”
Desamores, la culpa, secretos, dudas, promesas…, ¿es este poemario una reconciliación consigo mismo?
Uno se reconcilia consigo mismo cada día, no hay más remedio… El amor (y su inevitable correlato del desamor, claro) tiene una presencia constante en la poética flamenca, son sentimientos que nos atraviesan a todos y que en muchos casos pareciera que han de cantarse por soleá o por bulerías para expresarlos. Hay algo de catarsis en el cantaor cuando interpreta una letra flamenca que conecta con su íntima historia, con su pena, con su desconsuelo. Cuando eso se da, no hay imposturas artísticas y esa es la grandeza del flamenco. Y su universalidad, porque todos tenemos secretos, tenemos dudas, todos hacemos promesas… y ¿quién no ha pasado fatigas a cuenta de los amores?
Otro de los apartados se titula: “romipen”? ¿se le ocurrió realizar este poemario en caló y en castellano?
“Romipen” significa en la lengua romaní “gitanidad” y bajo este título hay una serie de poemas de temática gitana que son un homenaje a mis ancestros. Y, como no podía ser de otra manera, están salpicados de palabras del caló.: el poemario no está escrito en caló y castellano, quizá sería más preciso decir que está escrito en castellano y en andaluz. En la lírica flamenca, junto a los hermosos andalucismos, encontramos numerosos gitanismos. El caló tiene una presencia léxica y también semántica muy notable en el flamenco.
Manuel Molina, La Macanita, Sordera.. son alguno de los artistas que aparecen en esta puerta entorná…
Mi generación descubrió la nueva lírica flamenca con Lole y Manuel. Fue deslumbrante. El aliento poético de Manuel Molina que con sus letras impregnó de lirismo, de emoción y de gitanidad el nuevo flamenco, merece el mayor reconocimiento y yo he querido dedicarle un poema “Lluvia en Triana” como un pequeño y modesto homenaje a su memoria. La Macanita y Vicente Soto “Sordera” son dos artistas a los que quiero y admiro, y tienen dedicado algún que otro guiño cariñoso en estas páginas, sí. Además, imagínese lo que le entra a uno por dentro cuando escucha a estos cantaores hacer alguna letra de las que uno escribe… Para mí es muy emocionante: que esas voces flamencas, tomando un cafelito se arranquen a cantar… Ya decía Machado que “hasta que el pueblo las canta, las coplas, coplas no son”. De todo esto se habla también en los dos prólogos de “La puerta entorná”, escritos por dos artistas que han querido estar tan cariñosa y generosamente en esta edición: el escritor Antonio Ortega y el cantaor Miguel Poveda, que, precisamente ha titulado su texto “Leer cantado”. Vaya desde aquí mi gratitud hacia los dos, porque es un lujo que estén a mi lado.
El ‘Pregón del Aleph de Bronce’ es un guiño al cuento de Borges, pero también un homenaje a sus antepasados…, ¿Cómo lo concibió?, ¿Por qué a través de Borges?
Dudé el incluirlo en el libro porque se aleja de la métrica de las coplas que lo componen, es un poema largo y enumerativo y por eso aparece tras el epígrafe “La puerta de atrás”. Forma parte de “Llave maestra” un poemario aún inédito que se publicará próximamente, y es un tributo a los saberes resistentes de supervivencia del Pueblo Gitano. Borges es un autor que siempre me interesó y su famoso relato tiene “duende” Yo no sé si algún día llegaré a ver el aleph, pero he intentado imaginarlo a mi manera con esos versos.
Suma al poemario, un glosario caló, ¿haría falta más estudio de una y otra cultura, de payos y gitanos, para una mejor calidad de convivencia entre ambos?
El libro incluye un pequeño glosario con el significado de los vocablos calós que aparecen en algunos poemas, aunque creo que, en la mayoría de los casos, no necesitan traducción, porque han pasado a formar parte de las hablas andaluzas y del lenguaje flamenco. Aun así, quizá no está de más señalarlo para los lectores que no estén familiarizados con la poesía flamenca. La cultura española no se entendería sin la impronta gitana. Extremadura tiene también un componente gitano muy importante, y sin embargo nuestra cultura todavía es desconocida y desconsiderada por buena parte de la sociedad. El arte y la cultura son, a mi juicio, las mejores herramientas para el conocimiento mutuo, para derribar prejuicios, para enriquecernos. Históricamente el flamenco ha sido también un territorio emocional en el que gitanos y gachés han sufrido juntos… Un ejemplo de los valores de convivencia entre culturas fue precisamente un gitano extremeño, Valentín Suárez Saavedra, que nos dejó hace un par de años. Fue un gitano de respeto, machadianamente bueno, conciliador y que encarnaba los mejores valores de la gitanidad. En este libro le recuerdo con esta letra: Qué buen gitano / corazón de oro molío / limpias las manos.