Arcángel, cantaor

«La intuición y la improvisación la desarrolla quien tiene el conocimiento para hacerlo»

Del cantaor Arcángel (Huelva, 1977) dicen que siempre mantiene ese ‘interés incesante’ por encontrar nuevos caminos de desarrollo para el arte flamenco

Y él lo reafirma: «A mí me hace falta seguir encontrando nuevas ilusiones, seguir cuestionándome, probarme, exprimirme, flagelarme…, y cuando encuentro sigo buscando para no acostumbrarme…»

Arcángel con las Nuevas Voces Búlgaras, que estarán en el Festival de Teatro de Mérida el 17 de agosto junto con Ana Moura.
Esa búsqueda se refleja en un novedoso espectáculo que será, según el cantaor, «cien por cien flamenco y cien por cien búlgaro». Con las guitarras flamencas de Dani de Morón y Rycardo Moreno, la percusión de Agustín Diassera, el bajo/contrabajo de José Manuel Posadas Popo o la voz de Ana Moura ofrecerá el 17 de agosto, en el marco del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, una noche para enmarcar y grabar, ya que el concierto formará parte de su próximo disco en directo ‘Al este del cante’. Noche pues para no perdérsela ni perderse como aficionado, porque ya saben ustedes que el flamenco como el corazón ‘toma decisiones que la razón no entiende’. Y es que en este arte, como bien saben, también hay mucho ‘de cuestión de fe’ Sigamos creyendo.

–¿Qué aportan las Voces Búlgaras a la voz de Arcángel?

Más que a mi voz…, yo lo que veo es lo que aportan a la música en sí. A mí me sorprende la verdad con la que cantan y su particularidad, pero sobre todo lo que destacaría es esa verdad que transmiten. Es un tipo de canto que no esconde nada, ahí hay mucha verdad.

Mire, este no es un proyecto donde se intenten mezclar dos folclores, dos músicas. Lo que funciona es el conocimiento de cada una de ellas, la aportación que ellos hacen, tanto las voces como los músicos como lo que yo hago, es un diálogo musical que muestra una sensibilidad hacia este arte. No mezclo dos disciplinas, dos culturas, mezclo sentimientos y conocimientos de músicos que ponen todo sobre la mesa para un entendimiento lógico. El peso de la tradición que cada uno representa…, esa es otra cuestión.

–¿Cuánto de flamenco tiene el espectáculo?

–El espectáculo es cien por cien flamenco y cien por cien búlgaro. La estructura no determina que sea más flamenco o no, lo que lo determina es la música que suena. Puedes estar cantando una caña o una siguiriya y eso ser, lo más anti flamenco del mundo.

–En su último trabajo, ‘Tablao’, (2015) reivindicaba estos espacios como fundamentales para preservar el flamenco y la conexión con el aficionado, ¿qué porcentaje es el escenario en un espectáculo?

–Creo que un porcentaje muy alto, porque todo es una sugestión aunque nos parezca que no. No es lo mismo verlo en un sitio bello, que no lo sea, o lejos o cerca…, funcionamos por sensaciones y estímulos…, así somos los humanos y el escenario es una de las partes que importan, aunque haya otras muchas más.

–El escenario del Teatro Romano de Mérida es un espacio que impresiona por lo que significa y por lo que muestra, ¿ha sentido temor de que el contexto se comiera el contenido?

–No, afortunadamente. Creo que el contexto lo que tiene que tener es contenido, por eso el contexto sin contenido no es nada. La misma siguiriya, cantada igual de bien o de mal en un sitio u otro, también varía, obviamente. El escenario es importante pero por si solo no funciona, lo que es importante es que el que esté encima esté en un estado en el que pueda transmitir algo.

–¿Es difícil adaptarse a la disciplina de una dirección orquestal?

–No es difícil, lo difícil es adaptarse a la disciplina propia, a la del conocimiento. ¿Por qué ha de ser difícil? Lo difícil es superar ese querer hacer las cosas bien, lo otro es relativamente fácil, lo otro sí que es realmente complicado.

–Porque la disciplina y el flamenco, ¿maridan bien?

–¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Estoy cansado de que se tome a la música flamenca como algo de menor importancia, como si lo que tuviera disciplina no tuviera alma. El alma con disciplina es más alma. Estoy bastante cansado de que se tenga la opinión, de que parezca que las cosas tienen más importancia artística cuando hay un desorden de por medio, o una disciplina que superar…

Es mejor si se tiene un conocimiento y se sabe lo que se está haciendo, y eso se consigue más con disciplina que con otra cosa. A lo mítico, a lo espiritual, hay que darle el valor que tiene en su justa medida, no más. El trabajo es muy importante y la disciplina por supuesto.

–Pero la improvisación es clave en el flamenco…

–La intuición y la improvisación la desarrolla quien tiene el conocimiento para hacerlo. Tú improvisas a partir de unos conocimientos, otra cosa es que el código musical que se utilice se haga sabiendo que tienes que andar un camino, con una información necesaria para hacerlo pero para hacerlo cada vez de una forma diferente. Improvisa el que tiene el talento para hacerlo y el que tiene el conocimiento. Yo no le otorgo a la improvisación un valor por encima del orden, y tampoco se deben equivocar los conceptos. No todo es improvisado. Hay unas estructuras fijas en ese camino que tienes que andar entre dos orillas. Existe una malagueña de Don Antonio Chacón, y cada uno lo hace a su forma.

–¿Qué le aportan los numerosos proyectos corales en los que ha participado?

–Sobre todo disfrute y divertimento. Es una música que me gusta, que me encanta. Cuando se está en una polifonía, ésta te pone en una posición diferente, te posiciona en otro lugar porque cuando uno está solo no te están interfiriendo. Aquí no hay uno más importante que otro, pero ¡tampoco cuando no es coral! Una voz tiene que ser un poquito más principal si es un concierto de uno, pero tú voz también tiene que formar parte de un todo, pero sobre todo es lo que le decía, sobre todo es disfrute.

–¿Y al público que cree que le aporta?

–Sería muy atrevido si vislumbrara ese camino…, cada uno lo vive de forma diferente pero me gustaría que les provocara ganas de escuchar música, flamenco y de escuchar a los búlgaros. Me gustaría que propiciara un contacto mayor con la música, y si es buena mejor.

–¿Cuál es el ángel de Arcángel?

–La verdad es que no lo sé, supongo que el amor por mi familia y la gente que está a mi lado que cree en mí y que me apoya, y también el amor a intentar que las cosas cambien aunque tengas una cuota pequeña para hacer ese cambio…, ojú, tantas cosas….

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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