Tan lejos, tan cerca
A 26.000 pies de altura lo más flamenco que se le ocurre a una es gritarle un ¡olé! al piloto cuando el avión ha tomado
A 26.000 pies de altura lo más flamenco que se le ocurre a una es gritarle un ¡olé! al piloto cuando el avión ha tomado