Toma este puñal

Toma este puñal ‘dorao’ y ponte tú en las cuatro esquinas, y dame tú de ‘puñalás’ y no me digas que me olvidas, y no me lo digas jamás- Estas cantiñas de la Mejorana, Rosa la Papera y Rosario ‘la del Colorao’ serían, si se crearan hoy por hoy, letras prohibitivas a todos los niveles en una sociedad como la nuestra. Sería inconcebible ponerlas en pie, en un colectivo que sufre atónito ante



tanta mujer subyugada a los complejos del que una vez, eligió como compañero.



No obstante, esta letra que choca frente a todas y todos los participantes de una manifestación como la de ayer, en la que quedó claro la repulsa de la sociedad ante este tipo de violencia, se eleva al nivel de genialidad en la voz quebradiza de Carmen Linares . Escúchenla. Pero es que en esta vida pocas cosas son extrapolables.



Ni al flamenco se le puede enfrentar a la sociedad de ahora, por sus letras de ayer, ni a los conquistadores de América se les puede juzgar por sus atrocidades a la hora de conseguir, y llegar a convertir a nuestro país como así fue, en el Imperio donde nunca se ponía el sol. Viene a colación esta reflexión porque hace unos días me preguntaban si era conveniente o no que se siguieran cantando y tocando letras como éstas. Les respondí que cuando uno es dueño del conocimiento del pasado, vive sin complejos en el presente. Así, sin más.



Lo importante es que en la actualidad nadie crea que esa misma letra, hoy, fuera una genialidad porque sería abominable. Lo justo es educar para que a nadie se le ocurra pensar que ofrecer la vida a otro es un acto de amor, por ejemplo. Ahí está el origen de todo, en la base de la edad adulta, la infancia. Más educación, más flamenco y más cabeza. Y sin ‘jodiúras’ como diría aquel. Ayer fue ayer, y el hoy es hoy. No hay más.

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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