Federico García Lorca en su conferencia en 1933: ‘Juego y Teoría del Duende’ habla de éste como «poder misterioso que todos sienten y ningún filósofo explica». También el creador de la debla, El Lebrijano , aseguraba hace años que en «los días que yo canto con duende, no hay quien pueda conmigo». Autoestimas aparte es evidente que quien siente ese brillo, esa sensación de poder sobre el escenario, esa magia, es un ‘elegido’ para el flamenco. Hasta Manuel Torres con la sapiencia y el reconocimiento a todas luces que merece, le dijo a un aficionado que cantaba: «Tú tienes voz, tú sabes los estilos, pero no triunfarás nunca porque tú no tienes duende».



No sabemos si la carrera del aficionado se quedó allí, o si llegó a visitarle el ‘duende’ con posterioridad pero nos agarramos a la anécdota para valorar la importancia de esos momentos, que al igual que los soníos negros solo acompañan a los bienaventurados. Unos bienaventurados que el próximo día 7 de febrero, según lo publicado en los medios, seremos todos aquellos que nos acerquemos a escuchar a La Marelu en las antiguas Casas Consistoriales en la Plaza Alta. Humildemente, y como aficionada en perpetua búsqueda de un mayor conocimiento de este misterio que es el flamenco siento un pellizco interior solo de pensar, que podré escuchar (dentro o fuera en la calle, porque a todas luces el lugar elegido es pequeño para algo tan ‘grande’) a una de mis ídolos.



A una de las cantaoras que desde la humildad y la casta han bordado en oro, nuestros cantes en la historia. Organizado por la Asociación de Arte Flamenco de Badajoz y el Ayuntamiento de la ciudad será sin duda una cita importante para los aficionados. También para los que no lo son. No es fácil vivir una noche donde la historia, en el mismo lugar donde se escribió, y la magia del flamenco se den la mano en la garganta de una de nuestras grandes. Decía García Lorca que a veces «la musa dicta y en algunas ocasiones sopla». Veremos lo que dice el ‘duende’.



Artículo publicado en: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/venga-duende_784315.html