«La Lampara Minera vuelve a iluminar Extremadura»
«No sabes dónde estás. No eres consciente de lo que has conseguido». Estas fueron las palabras de Miguel de Tena, el primer ganador de la Lámpara Minera en Extremadura a la cantaora Celia Romero (Herrera del Duque, 1995) tras alzarse con el preciado trofeo en La Unión, Murcia, en la madrugada del pasado sábado. La segunda artista que la consigue para nuestra región. «La verdad es que sentí mucha alegría. Me quedé como zombi, asombrada. No sabía que iba a ganarla yo, fue una sorpresa. Fui al escenario, rodeada de fotógrafos, todo el mundo pendiente de mi.», relata impresionada Celia.
La joven no puede contener la emoción al recordar el momento en el que el jurado ‘canta’ su nombre y lo deja escrito, en pocos segundos, en la propia historia del flamenco. Cuando HOY habla con ella, estaba a más de 700 kilómetros de Herrera del Duque, pero nunca se sintió más cerca de casa. Sus paisanos no paran de llamarla durante el trayecto. Celia Romero con apenas 16 años, ya ha hecho historia junto con Miguel de Tena, su profesor, su mentor. «Es muy amigo mío de siempre, desde que nací. Lo recuerdo de toda la vida». Apenas ha dormido, pero sigue manteniendo esa dulzura, esa generosidad que ya se percibía cuando en el suplemento cultural de HOY, Trazos, en la sección de Flamenco fue entrevistada en marzo. Eso marcó la sencillez de esta artista, y al jurado de La Unión el temple, la fuerza, el saber estar sobre el escenario y sobre todo, unas mineras, que consiguieron poner en pie al público situado en el antiguo Mercado de La Unión, lugar donde se celebra el Festival. Para obtener la Lámpara Minera es necesario ser ganador del premio en algún cante de Levante. De ahí la importancia de esas mineras. Si Celia se hubiera quedado ‘solo’ con el premio a la taranta, no lo hubiera conseguido. «En la final hice de nuevo la minera y la taranta y me salieron muy bien. En principio me dieron el premio a la taranta y el público se puso en pie. Cuando gané la minera. Eso fue definitivo». El Festival del Cante de las Minas de La Unión es el más veterano en el mundo del flamenco. Es el lugar al que alguna vez hay que ir, si el flamenco te cruje por dentro, y te delata por fuera. «Cuando llegué a la carpa donde se celebra el Festival, por primera vez, en la prueba de sonido me asombré porque era enorme. Era un equipo de música que parecía el de un concierto de gente famosa. Probé una granaína y luego por la noche una minera, y luego la taranta. En la semifinal, se lució más la minera porque es un cante muy bonito pero la taranta es más fuerte, y la gente se vino arriba», recuerda. Becada por la Diputación de Badajoz hace años, aún recuerda la noche que subió al escenario del Palacio de Congresos Manuel Rojas de Badajoz. «Tenía 12 años y me llamaron para cantar dos veces en la Diputación para ver si me merecía la beca. Dos meses después o así, me la dieron. Estaba muy contenta por saber que iba a poder estudiar en la Fundación de arte flamenco Cristina Heeren», indica. Acompañaron a la ganadora hasta Murcia, su madre Teo, su hermano y percusionista Felisín de Herrera, y su padre, el guitarrista, Félix de Herrera, al volante. Pero en realidad, Félix de Herrera nunca ha dejado de conducir. Ha llevado la carrera de Celia desde sus inicios. Para Miguel de Tena solo tiene palabras de agradecimiento. «Desde que empezó Celia a batallar no nos ha dejado ni un segundo. Nos ha aconsejado con todo lo mejor que se puede aconsejar a una niña que aún no sabe a dónde va. Pero de corazón, nunca imaginé que eso era así», afirma su padre. Es la Lámpara Minera más joven de la historia del Festival en sus 51 años de vida, y parece que la magia, lo inédito o la casualidad, no solo está en la edad. «Me fui a ensayar pero dentro no podíamos porque el escenario estaba cogido por completo, así que me dijo el guitarrista, Antonio Muñoz Fernández (hijo de Encarnación Fernández, cantaora murciana) que nos saliéramos fuera de la carpa a una calle con menos gente, justo en unos escalones que están detrás de los camerinos. Antonio me dijo, cuando tenía la Lámpara en la mano, que en el mismo lugar había ensayado con Miguel de Tena las mineras antes de convertirse en el primer extremeño en conseguirlo». Con el mismo guitarrista que Tena, en el mismo Festival y escribiendo con la voz, la fuerza y el arte, un renglón más en la Extremadura triunfadora. En esos escalones, se forjó un sueño. Con esa guitarra se empujó al triunfo. Ahora, queda lo peor. Subir cada día, sin resbalarse, un peldaño más. Un escalón más sin dejar de demostrar que la Lámpara fue ganada a pulso, y que en el nombre del que la lleva, siempre permanecerá encendida. Artículo publicado en: http://www.hoy.es/v/20110815/sociedad/lampara-minera-vuelve-iluminar-20110815.html