«A cada ámbito que he llevado el acordeón he tenido la suerte de ser casi el primero»

Foto de Óscar Sánchez
Atlanta è Ria

EN CORTO:

“Yo siempre digo que me siento más que valorado para lo que hago que es mi pasión”

“A cada ámbito que he llevado el acordeón he tenido la suerte de ser prácticamente el primero”

“Yo no soy músico flamenco pero en este arte tampoco ha habido nunca un acordeón”

ENTREVISTA A GORKA HERMOSA, Acordeonista

Nunca ha tocado en la provincia de Badajoz, pero la mayoría de su familia con la que reside en el País Vasco es extremeña concretamente, de Higuera de la Serena. Un vínculo emocional tan poderoso como es la tierra que envuelve a esta entrevista de nostalgia, orgullo, y mucha alegría en Gorka Hermosa (Urretxu, País Vasco, 1976) porque Extremadura, que también es su tierra, le llama, le tiene en cuenta y le dedica una página como ésta en el periódico decano de la región. Deberíamos tenerle más en cuenta, porque además de acordeonista (muy peculiar, ya le irán descubriendo en esta entrevista) también es compositor, profesor, escritor y editor, además de haberse convertido en el primer acordeonista español en tocar como solista con una orquesta sinfónica: la Orquesta Nacional de Radio y Televisión española y eso, después de haberlo hecho más de doce veces con otras orquestas diferentes.

Sus composiciones, en los últimos cinco años, han sido interpretadas por más de 25 orquestas de 15 países en tres continentes. Acaba de llegar de Berlín, pero no se le nota nada el cansancio, será porque por fin pudo tocar con la Orquesta Sinfónica alemana y estrenar una de sus últimas composiciones, en un concierto que la pandemia truncó cuando a punto estaba de subir al avión.

Este joven músico que con el acordeón rompe «todas las barreras y los prejuicios que su instrumento conlleva» ha conseguido extraerle ‘acento extremeño’ y convertir a una de sus composiciones ‘Paco’ dedicada a Paco de Lucía, en una revolución tanto en el repertorio de su instrumento como en la búsqueda de nuevas sonoridades del flamenco. Le valió, no solo el respeto del público, también el Premio CIA IMC-Unesco. Con estas credenciales, pasen y lean.

La pandemia, como mínimo, también le ha truncado conciertos y presentaciones….

Sí, desde el año pasado. Justo el día que nos confinaron tenía un concierto en el Auditorio Nacional de Kiev, ¡justo iba para allí!, éste último de Berlín, otros en Canadá, Rusia…, estaba en un momento muy importante de mi vida porque iba a estrenar mi disco con mis obras para acordeón y orquesta de cuerda, y como a tanta, tanta gente, se paralizaron todos los planes. Por un lado muy mal, y por otro, me ha dado tiempo a estar en casa, componer, estudiar y aprovechar para otras cosas y supongo que ahora están viniendo los frutos. Yo no paré de trabajar aunque estuviera en casa. Es lo bueno que tiene seguir haciendo cosas que luego ven la luz unos meses, o incluso años después.

Tenía mucho trabajo pendiente en el extranjero pero, ¿y en España? ¿se le da valora este instrumento?

Hombre, no sé. Yo siempre digo que me siento más que valorado para lo que hago que es mi pasión. No, no soy muy pretencioso en ese sentido, ¿no? Sí que es verdad que el acordeón, sobre todo de Madrid para abajo, es un instrumento con poca tradición. En el año 98’ fui el primer acordeonista que tocó como solista en España y ahora tengo alumnos que han tocado, solo el año pasado, seis veces como solistas de Orquesta lo cual quiere decir que en los últimos veinte, veinticinco años, ha habido un cambio mundial en la confección de los instrumentos que antes eran solo de música popular y de la calle y ahora, sin dejar de ser eso, pues también de los principales Auditorios del país y las principales Orquestas, Creo que cada vez es más habitual ver acordeonistas tocando.

¿En qué momento se convirtió el acordeón, para usted, en un instrumento de ‘algo más que de la calle’?

Empecé en solfeo porque se apuntaron todos mis amigos. Luego, a los dos meses, lo dejaron todos y tuve que seguir porque mi madre me dijo: si te has apuntado, tienes que acabar. Así que iba a solfeo pero a regañadientes, me portaba fatal en clase…, a los dos años te dejaban empezar con un instrumento y a mí la profesora me dijo que esperase porque no se me daba muy bien aquello…, ¡yo pasaba muchísimo!. Entonces ya hice todo solfeo, ¡que no lo hace nadie, era todo lo duro! Y pensé, en el sexto año antes de dejarlo, que quería hacer un instrumento. Yo quería arpa porque me encantaban las películas de los Hermanos Marx cuando veía a Harpo Marx tocándola, y me quedaba flipado, pero mi pueblo, que era un pueblo pequeño no había arpa y mi mejor amigo tocaba el acordeón así que me apunté. En aquella época sí que había muchísimos acordeonistas en el País Vasco o sea, que no fue casualidad en este momento sino algo bastante común. Luego tuve la suerte de caer en seguida en el primer año con un profesor muy joven que había está estudiando fuera, y que había visto ese tipo de acordeón que era muy nuevo. Es un instrumento que, a diferencia del acordeón tradicional, tiene dos teclados iguales en ambas manos y gracias a eso se puede hacer música clásica y contemporánea con él.

No es un acordeón al uso…

No, es un acordeón Bayán (un tipo de acordeón cromático desarrollado en Rusia a principios del siglo XX.) Mi profesor lo había estudiado en Francia, y conocía profesores rusos que tras caer el muro de Berlín sufrían la tremenda inflación que les hacía zozobrar su economía…asi que se le ocurrió traer al catedrático de Moscú al País Vasco a dar clase. El mejor y más importante acordeonista de todos los tiempos. Yo tenía quince años, y me dio un montón de clases durante tres o cuatro años. Fue una etapa muy importante. Luego enseguida salimos al extranjero, a hacer concursos, a estudiar con otros… y antes de los 17 años ya había estado en 20 países. A partir de ahí tienes un producto musical que es muy raro, muy diferente y cuando vienes a España y lo muestras, ya tienes un camino nuevo para indagar que los demás no tienen. Todo lo que yo iba haciendo era nuevo. Estaba todo por hacer y eso es muy duro porque por un lado es un camino de zarzas, pero por otro lado es divertidísimo. Luego tuve la suerte de conocer a José Luis Montón que es un guitarrista flamenco de los más importantes de la historia, diría yo, y empecé a tocar con él hace quince años y yo no sé. Yo no soy músico flamenco pero en este arte tampoco ha habido nunca un acordeón. Enseguida tuvimos muy buenas críticas y con un montón de conciertos. A cada ámbito que he llevado el acordeón he tenido la suerte de ser prácticamente el primero.

Gracias a esos 15 años nació su obra “Paco”…

Aunque yo no sea flamenco aprendes a disfrutar de esa música y aprendes a meterte en ella sin molestar. Con todo eso que fui aprendiendo con José Luis, se me ocurrió una pieza homenaje a Paco de Lucía para acordeón. Diez años me dieron el premio a la mejor pieza, a lo mejor composición del año. Es una pieza muy diferente a lo que se suele hacer

Una pieza incluída en su último trabajo “Fragilíssimo”

Es una obra un poco ‘diferente’…, se meten ruidos, diálogos. El sonido está cometiendo notas, ¡empieza muy raro! Es una obra muy virtuosa, muy espectacular, y al final de ella me pongo a hablar, y hay una persona del público que se levanta…, una chica con la que interpretamos un diálogo teatral…, es una reflexión filosófica. La compuse porque al ir a Granada por primera vez donde tocaba la Sinfónica de Londres y muchos artistas internacionales, tenía claro que quería que me recordaran: para bien o para mal. ¡Creo que conseguí lo que buscaba!

Por cierto, esa familia extremeña, ¿vamos bien?

Si, sí. Mi familia, como muchos en los 60′ y 70′ vinieron por el norte a trabajar y  aquí nací yo. Me da mucha pena pero hace años que no vamos. De hecho, le comentaba a un amigo que en la provincia de Badajoz ha sido de las pocas provincias en España donde no he tocado nunca. ¡La ilusión que me ha hecho cuando me ha dicho mi jefa de prensa que me llamaban de mi tierra! Extremadura está muy presente en nuestras vidas. El otro día me entrevistaron en programa de la televisión vasca y salió mi abuela haciendo unas migas extremeñas.  

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M. Isabel Rodríguez Palop

M. Isabel Rodríguez Palop

Una apasionada del Flamenco.

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